Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, analiza los recortes de la OCDE.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recortó este lunes su estimación de crecimiento global para este año en medio punto, desde el 2,9% que esperaba en noviembre hasta el 2,4%, y atribuyó esta caída fundamentalmente al impacto de la epidemia del coronavirus Covid-19.
La organización confía en que la actividad rebote en 2021 hasta el 3,3%, tres décimas más de lo estimado previamente, si la enfermedad logra contenerse y se adoptan las medidas necesarias.
Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, señala que estas estimaciones, incluso tras el recorte, no son "ni pesimistas" ni "catastrofistas", "para nada", ya que la institución aún contempla crecimiento en economías desarrolladas que ya han sufrido importantes caídas en el cuarto trimestre de 2019, como la japonesa.
Una vez entendido que el impacto del coronavirus "no se va a eliminar en un trimestre", lo que debemos pensar, según Lacalle, es que "es probable que ese impacto sea mas largo de lo esperado", ya que viene con la realidad "de unas economías ya muy debilitadas anteriormente, con un crecimiento pobre, liderado fundamentalmente por el gasto público". En cualquier caso, señala, "debemos pensar que el crecimiento global en 2020 se situará entre el 2,1% y el 2,3%" (por debajo, por tanto, de las estimaciones de la OCDE), por lo que "no podemos hablar de crisis en ningún caso".
Las nuevas proyecciones de la OCDE asumen que la epidemia alcanzará su apogeo en China en el primer trimestre y después asistiremos a una recuperación gradual, mientras que en otros países los casos tendrán un carácter esporádico y lograrán contenerse, ya que en el caso contrario las previsiones de crecimiento habrían sido sustancialmente más débiles.