
Uno de los gestores de mayor éxito de la historia, Peter Lynch, se esfuerza en intentar convencer a los inversores de que la bolsa es el activo más adecuado en el que estar a largo plazo. El gestor consiguió, en los trece años que estuvo al frente del fondo Fidelity Magellan, una rentabilidad anualizada de más del 29%, casi duplicando la que logró su índice de referencia, el S&P 500.
Una de las reglas de oro del gestor para tener éxito a largo plazo es muy sencilla: hay que invertir en bolsa, no en bonos. "Quienes prefieren los bonos no saben lo que se están perdiendo", escribe el estadounidense. "Es mucho más rentable comprar acciones que hacerse con bonos, depósitos, o cuentas monetarias. Eso es lo que me inspira a subirme al púlpito y hablarle a esa mayoría que continúa favor de los bonos", explica el gestor en uno de sus libros.
Después de una década muy positiva para la deuda, en agosto se marcaron máximos en precio (mínimos en rentabilidad) en el índice de deuda agregada de Bloomberg, los inversores en fondos de renta fija están sufriendo pérdidas desde entonces: según los datos de Morningstar, los productos de deuda soberana europea, en euros y disponibles a la venta en España, caen un 2,3% en este periodo, mientras que los de corporativa lo hacen un 0,7%; de media, con los fondos de deuda europea se ha perdido un 1,2% en apenas cinco meses, un periodo en el que los productos de renta variable europea a la venta en España y en euros se han revalorizado casi un 13%.
La bolsa, el doble de rentable
Si uno echa la vista atrás a lo ocurrido durante la última década, la posición de Lynch parece ser acertada. Incluso teniendo en cuenta que ha sido un periodo excepcional para los bonos europeos, con el BCE bajando los tipos de interés hasta mínimos nunca vistos y comprando durante años miles de millones de euros al mes en bonos con la intención de estimular la economía, la renta fija no ha conseguido rivalizar con la variable. En concreto, en los últimos 10 años los fondos de bolsa europea casi han duplicado las subidas que han conseguido los de renta fija de la misma región.
Los productos de bolsa europea disponibles a la venta en España, que cotizan en euros y que han estado operativos durante toda la última década suben de media un 6,26% en el periodo. Los de renta fija soberana, con los mismos criterios, lo han hecho un 3,24%, mientras que los de deuda corporativa europea han dejado rentabilidades del 3,5% de media en los últimos 10 años.
Ahora que el Banco Central Europeo (BCE) empieza a dar signos de agotamiento, con el balance de activos tocando en diciembre niveles nunca antes vistos, por encima de los 4,7 billones de euros, y parece estar pensando más en que los gobiernos le cojan el relevo con políticas fiscales, y después del rally que han vivido los bonos en los últimos años, las expectativas para la deuda no son demasiado optimistas, en un momento en el que no son pocos los expertos que consideran que la renta fija ha entrado en territorio de burbuja, incluso con títulos que se consideran bonos basura, con alto riesgo de impago, cotizando ahora con rentabilidades negativas –en el mundo hay en este momento 10,9 billones de dólares invertidos en deuda que están en terreno negativo por rentabilidad–.
Las perspectivas para la renta fija son bastante poco halagüeñas en este momento. Según los datos de Bloomberg, la rentabilidad que ofrece a vencimiento ahora la deuda europea soberana es, de media, un 0,42%, un dato al que, si se le recorta la comisión que tendrán que pagar los inversores y el impacto de la inflación –ha sido del 1,4% en la última década–, no deja nada que rascar a quienes quieran incrementar su poder adquisitivo.
"En estos últimos años hemos tenido una bajada histórica de tipos en todos lados", explica Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, quien destaca cómo esta "no es una situación normal, y beneficia de forma directa a los fondos de renta fija". A partir de ahora, el experto espera que la historia va a ser diferente: "No va a haber plusvalías en renta fija como las que hemos experimentado estos años. Ahora es cuando empieza la represión financiera, porque en el momento en el que dejan de bajar los tipos de interés, con los bonos con cupones negativos o del 0%, y las comisiones, esto va a hacer mucho daño a los fondos de renta fija y a los partícipes de planes de pensiones de deuda", destaca Alvargonzález, avisando también de una rotación que podría producirse hacia la bolsa: "Hay una enorme cantidad de gasolina para la renta variable. Hay 13 billones de deuda en rentabilidad negativa; con que el 10% de eso entre en renta variable, es una cantidad importante de dinero".
Los mejores fondos
El fondo de renta variable europea que mejor lo ha hecho en la década es el Schroder ISF Eurp Eq Yld I Acc EUR, un producto que recibe cinco estrellas Morningstar y deja rentabilidades anualizadas del 9,5% en los últimos 10 años.
En renta fija corporativa el que mejor lo ha hecho es el Janus Henderson Hrzn Euro Corp Bd I3 EUR, también con cinco estrellas, y una rentabilidad anualizada del 5,46% en la década. En deuda soberana el mejor es el NB Euro Bond, que también recibe la mejor calificación de Morningstar, y ha conseguido un 9,45% anualizado en el mismo periodo.