
Como suele hacer cada año a mediados de diciembre, Atresmedia repartirá el mes que viene su primer dividendo a cuenta del ejercicio en curso, en este caso el de 2019. Será el día 18 y su importe ascenderá a 0,20 euros que, en los niveles actuales de cotización, rentan un apetitoso 5,1%. Aunque noviembre ha sido positivo en bolsa para el grupo de medios, en el año sus títulos retroceden cerca de un 5% (y venían de desplomarse un 50% en 2018).
Atresmedia suele complementar este primer pago anual con un segundo dividendo, que generalmente reparte en junio. A los 0,20 euros que abonará en un par de semanas se sumarán, ya en junio de 2020, otros 20 céntimos, según las previsiones que recoge Bloomberg. Quien compre ahora acciones de la compañía y cobre ambas entregas se embolsará una rentabilidad del 10,2%. Pero debe saber, eso sí, que el mantener que dan los expertos a sus títulos (que cada vez se acerca más al vender) es la peor recomendación que ha recibido Atresmedia desde enero de 2018.
La publicidad se muestra débil
El grupo presentó a finales de octubre sus resultados de los nueve primeros meses del año, que reflejaron la debilidad del mercado publicitario televisivo (los ingresos cayeron un 6% respecto al mismo periodo del año anterior).
La publicidad más tradicional, la que se emite en televisión, sigue siendo la principal fuente de ingresos de Atresmedia: de ella procede casi el 80% de ellos. Pese a todo, el grupo está en plena diversificación de su actividad: el 9,1% de su facturación en 2018 -casi 95 millones de euros de los 1.042 millones que ingresó la compañía- lo generaron nuevas áreas de negocio, como la producción y venta de contenidos propios (el más emblemático, La casa de papel) o los canales de pago internacionales. El objetivo de Atresmedia es que estas nuevas divisiones aporten cada vez más para reducir su dependencia de la televisión.
Un 'payout' del 80%
El consenso de mercado que recoge FactSet prevé que Atresmedia obtenga en 2019 un beneficio neto de 119 millones de euros, un 35% por encima del dato de 2018. De esa cantidad, la compañía destinará el 80% a retribuir.
En un informe de finales de octubre, publicado tras la presentación de resultados, Andrés Bolumburu, de Sabadell, mostraba cautela en el valor "porque percibimos que los riesgos pesan cada vez más en la percepción del sector por la debilidad y poca visibilidad del mercado publicitario de TV". No ayuda "la paulatina caída de audiencias y la proliferación de los medios digitales y de las plataformas OTT [como Netflix o HBO]". Por su parte, Ana Gómez, de Renta 4, afirmaba que será "decisivo" que el mercado publicitario televisivo "no se deteriore más" para que la flexibilidad de costes y la mayor aportación de la publicidad digital y la producción de contenidos "permitan compensarlo", explicaba.