WeWork vuelve a escena. Tras los últimos rumores, el gigante de oficinas de coworking ha confirmado que retrasa su salida a bolsa prevista para la próxima semana ante la tibia respuesta de los inversores. A pesar de todo, la compañía estadounidense espera completar este proceso antes de que acabe el año. Las fuentes consultadas por Bloomberg calculan que podría producirse a partir de octubre.
La firma se había encontrado con cierto escepticismo entre los inversores por su valoración en bolsa, lo que llevó a barajar rebajar el precio de sus acciones en la oferta pública de venta (OPV) con el objetivo de lograr una valoración de 20.000 millones de dólares (18.138 millones de euros). En su última ronda de financiación, WeWork fue valorada en 47.000 millones de dólares (42.627 millones de euros).
¿Por qué los inversores no se sienten atraídos por esta compañía? Los expertos hacen referencia a cuatro razones:
1. La valoración de la compañía, que llegó a rondar los 40.000 millones de euros a finales de 2018. Los expertos creen que esta cifra estaba fuera de lugar para una firma que registró unas pérdidas de 1.900 millones de dólares el año pasado. Además tampoco confín en una mejor de sus resultados en el corto y medio plazo.
2. Su valoración es muy alta también comparado con el sector. El grupo inmobiliario IWG, que cotiza en Londres, solo vale 3.600 millones de libras a pesar de registrar ganancias recurrentes.
3. El modelo de negocio de WeWork, que compra oficinas y después las alquila a empresas o trabajadores que buscan un espacio ocasional, está demasiado expuesto al ciclo económico.
4. Inestabilidad accionarial. De hecho, SoftBank, su mayor accionista, sería el que habría presionado para que retrasara la salida a bolsa.
