Bolsa, mercados y cotizaciones

El pulso entre halcones y palomas junto a la presión de Trump entorpecen la tarea de la Fed

Foto: Reuters
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En el seno de la Reserva Federal se atisba ya una clara división de posturas que hacen difícil calibrar el rumbo de la política monetaria a este lado del Atlántico. Tras el primer recorte de tasas en una década el pasado julio, el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC) se dirige a su reunión de septiembre con más del 90% del mercado descontando ya una nueva rebaja de 25 puntos básicos pero desconcertado por las proyecciones futuras que barajan los distintos altos funcionarios del banco central.

Todo ello en un momento en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvía a incidir esta semana en Twitter que los "descabellados" miembros de la Fed deberían reducir los tipos de interés a cero "o menos". Una presión a la que los funcionarios continúan haciendo oídos sordos pero que alimenta la incertidumbre alrededor del diagrama de puntos, más conocido como dot-plot, que telegrafía las proyecciones a corto y medio plazo.

"El único lado positivo para una Fed tan dividida es que envía un mensaje fuerte a los mercados financieros sobre cuán independiente es como institución", reconoce Diane Swonk, economista jefe de la consultora y auditora Grant Thorton. "La intimidación de Trump no ha tenido impacto en las opiniones de los presidentes regionales de la Fed, Jerome Powell o los gobernadores" añade.

Antes de comenzar el periodo de silencio obligado de cara a una reunión del FOMC, el coro de halcones en busca de frenar las expectativas fue diverso. Esther George, presidenta de la Fed de Kansas Citi, y su homólogo en la Fed de Boston, Eric Rosengren, ambos con poder de voto, ya disintieron el pasado julio y seguramente volverán a hacerlo el próximo miércoles.

"Cuando veo dónde está la economía, todavía no es tiempo, no estoy lista para proporcionar más comodidad a la economía sin ver una perspectiva que sugiera que se está debilitando", aseguraba a Bloomberg, George desde Jackson Hole, Wyoming, a finales de agosto. En dicho encuentro, el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, sin turno de voto en este periodo, declaró su deseo de "evitar tener que volver a tomar algún tipo de acción" en referencia a próximas rebajas de tipos.

Patrick Harker, presidente de la Fed de Filadelfia, también reconoció que aceptó el abaratamiento del precio del dinero de julio "a regañadientes". "Estamos aproximadamente en la tasa neutral y creo que deberíamos quedarnos aquí por un tiempo y ver cómo se desarrollan las cosas", reveló a la CNBC.

"La intimidación de Trump no ha tenido impacto en las opiniones de los presidentes regionales de la Fed, Jerome Powell o los gobernadores"

Con menos espacio para reducir las tasas en este ciclo cuando se compara con otros periodos, la Fed cuenta con 225 puntos básicos de "munición" antes de llevar las tasas al 0%, es por ello que sus altos funcionarios combaten entre ellos para asegurarse que los recortes se aplican con cierto juicio.

En general, el mercado laboral sigue ajustado, como lo demuestra la tasa de desempleo que se mantiene cerca de los mínimos de varias décadas. La inflación se ha recuperado recientemente, de hecho el jueves conocimos como la lectura subyacente del IPC repuntó en agosto un 0,3%

"Esto no debería alterar la decisión de los funcionarios de la Fed de bajar las tasas en 25 puntos la próxima semana" incide Andrew Hollenhorst, economista de Citi. Sin embargo, según su punto de vista, el retorno cada vez más probable de la inflación subyacente del gasto de consumo personal (PCE) al 2% en los próximos meses podría hacer que algunos funcionarios de la Fed sean más reacios a reducir aún más las tasas sin un debilitamiento significativo de la actividad doméstica.

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