Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Se atreverá el Banco de Inglaterra con los 75 puntos básicos? Cuatro escenarios para el banco central más 'vigilado'
- Los mercados esperan alza de 75 puntos básicos, algún analista una de 50
- El BoE tiene que calibrar la pugna entre la inflación y la contracción del PIB
- El banco toma la decisión sin las cifras fiscales del nuevo gobierno de Sunak
Mario Becedas
Este jueves el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) se reunirá para subir los tipos de interés, pero no será una reunión más. La cita llega tras un inicio de otoño 'maldito' en Reino Unido que ha dejado al banco central en el 'ojo del huracán'. El pasado 22 de septiembre, el banco central decretaba su segunda subida consecutiva de 50 puntos básicos hasta dejar el tipo de referencia en el 2,25%. Era la séptima alza consecutiva desde el 0,1% al que se encontraba la tasa en noviembre de 2021. Parte del Comité (tres miembros de nuevo) abogaban por un alza de 75 puntos básicos ante una inflación que coquetea con el 10%. En medio, ha habido 'un mundo'.
Justo un día después de la decisión del BoE en septiembre, el nuevo y flamante Ejecutivo de la conservadora Liz Truss provocaba un 'terremoto' en los mercados cuando su canciller del Tesoro, Kwasi Kwarteng, presentaba un mini-presupuesto con recortes de impuestos por valor de hasta 45.000 millones de libras al año. ¿El problema? No había planes de financiación, esperándose desde Downing Street que el crecimiento lo hiciera todo. La libra se desplomó, los rendimientos de los gilts (bonos soberanos británicos) se dispararon y el resto es de sobra conocido.
Se generó un pulso en el que Downing Street apretaba indirectamente al BoE, que debía mantener su mandato de independencia. Más allá de la intervención de emergencia del banco comprando bonos cuando su previsión era venderlos (comenzó este martes), la firmeza de su gobernador, Andrew Bailey, con la fecha límite de compra de bonos (dos semanas), dio la última estocada al gobierno de Truss. El necesario recule fiscal acabó con la breve primera ministra y dio paso al nuevo gobierno tory de Rishi Sunak. El gabinete entrante estudia subidas de impuestos y recorte de gastos para tapar el ingente agujero fiscal.
¿Y el BoE? Cuanto se produjo el estallido en los mercados, se especuló con fuerza con una reunión de emergencia del BoE para subir los tipos ante el desplome de la libra. Al ver que esta reunión no se iba a dar, las apuestas empezaron a contemplar una subida de más de 100 puntos básicos en la siguiente reunión (la de noviembre) y un techo en los tipos del 6% en 2023. Poco a poco, según ha vuelto la calma a los mercados tras el giro de Truss y su marcha, las expectativas se han relajado y las apuestas señalizan una subida de 71 puntos básicos para este jueves y un techo cercano al 5% en 2023.
Los factores atenuantes
La gran duda ahora es si el BoE procederá con su primera subida de 75 puntos básicos en este ciclo (sería la mayor subida en 33 años), siguiendo el ejemplo de pares como la Reserva Federal de EEUU -tres subidas seguidas de 75 y se espera la cuarta esta semana- o el Banco Central Europeo (BCE) -dos seguidas de 75 y especulándose con la tercera para diciembre. La apuesta de los mercados se acerca a esos 75 puntos básicos en vista de que la inflación sigue enquistada (el IPC de septiembre volvió a rebasar el 10% y el subyacente escaló al 6,5%), el mercado laboral sigue tenso (el paro está en mínimos de 1974 con un 3,5%, lo que alimenta las presiones salariales) y la libra sigue débil (solo ha conseguido remontar hasta los 1,15 dólares).
Pero han surgido dos elementos que pueden poner en duda esta perspectiva. El primero lo constituyen las palabras el pasado 20 de octubre del vicegobernador del BoE, Ben Broadbent, quien puso en duda que los tipos de interés en el Reino Unido tengan que subir tanto como esperan los inversores y advirtió del golpe a la economía si se cumplen las apuestas de los mercados. Aunque "la justificación de una política más restrictiva está clara" ante el aumento de la inflación, la demanda se ralentizará en cierta medida de todos modos junto con el aumento de los precios, avisó Broadbent. Si los tipos siguen la senda actual, esto podría suponer un golpe del 5% para el producto interior bruto (PIB), alertó.
Si estas declaraciones ya hicieron bajar en 15 puntos básicos al instante las apuestas sobre el tipo máximo al que llegará el BoE en 2023, ha surgido otro factor atenuante. El anuncio del nuevo primer ministro Sunak de que retrasaba del 31 de octubre al próximo 17 de noviembre la presentación de su plan fiscal a medio plazo para tener más tiempo de análisis deja al banco central 'disparando a ciegas'. El BoE tendrá que subir los tipos sin saber qué números fiscales tiene sobre la mesa el nuevo gobierno, lo que mina la capacidad de acierto. Es por ello que algunos analistas apuntan a una subida cauta en noviembre que se puede compensar con un alza más rotunda en diciembre, una vez se tengan las cifras del Tesoro.
Para el equipo de analistas de ING liderado por James Smith, el BoE tiene dos opciones claras: o sube los tipos en 75 puntos básicos, pero señalando claramente que es probable que se trate de una sola vez; o los sube en 50 puntos, pero insistiendo en que está preparado para subirlos con fuerza si es necesario. Ellos se decantan por la segunda hipótesis y remarcan que "el mensaje central, sin embargo, ya sea a través de la división de votos, las nuevas previsiones o el lenguaje en la declaración de política, es que los mercados están sobreestimando el alcance de futuras subidas de tipos". Estos estrategas dudan de que el tipo máximo llegue al 4% en este ciclo y apuntan a una pausa en febrero.
Con todo, han dibujado cuatro escenarios, siendo el más extremo de ellos el que contempla una subida de 100 puntos básicos bajo la premisa de que se espera una recesión modesta y, por contra, el mercado laboral sigue ajustado, y el tope en la factura de la luz y las preocupaciones sobre la libra hacen presión.
Los analistas del banco nórdico SEB también apuestan por un alza de 50 puntos básicos este jueves. Sin embargo, los de Bank of America (BofA) discrepan y se suman al mercado: "Esperamos una votación 7-2 a favor de una subida de 75 puntos. A corto plazo, seguimos esperando que el BoE siga subiendo los tipos de interés: los recientes datos de crecimiento e inflación, la credibilidad y la política fiscal de apoyo lo justificarán. Sin embargo, la previsión de inflación a medio plazo, muy por debajo del 2%, será una forma de que el banco central señale (de nuevo) que las expectativas de tipos finales de los mercados pueden estar sobredimensionadas".
También defienden la subida de 75 puntos, aunque con un acento dovish, los analistas de Danske Bank: "Dada la inmensa venta de los últimos meses en los mercados de bonos, vemos que el campo de los halcones vislumbra una oportunidad para restaurar la credibilidad de cara al mercado, ya que la inflación sigue estando significativamente por encima del objetivo".
Sin embargo, añaden, "esperamos que el banco vuelva a su postura más moderada, puesto que los riesgos de recesión son cada vez más pronunciados y las perspectivas de crecimiento son cada vez más débiles". "La declaración del vicegobernador Broadbent lo pone aún más de manifiesto. Por estas razones, también vemos una decisión más cercana entre los 75 puntos básicos y los 50 puntos básicos de lo que los mercados están valorando actualmente", matizan. Pese a su pronóstico respecto al jueves, estos expertos ven el tipo terminal en un 3,75%.
Un ojo en los bonos
Con permiso de los tipos de interés, hay otro extremo que esta semana habrá que vigilar: los gilts. El BoE comenzó este martes la venta de bonos soberanos en el marco de su política de reducción de balance (ajuste cuantitativo o QT) tras años de estímulo (el BoE tiene más de 800.000 millones de libras en gilts) y tras el aplazamiento decretado por las excepcionales circunstancias de las últimas semanas.
"Una subida de 50 sería una poderosa señal de que no tiene intención de ceder a la presión del mercado para un endurecimiento agresivo. Sin embargo, esta estrategia entraña un riesgo. Los mercados han valorado sistemáticamente una senda más agresiva que la señalada por el BoE desde el inicio de este ciclo de endurecimiento el año pasado, por lo que el BoE se enfrenta a una ardua batalla para convencerles de que los incrementos más pequeños son el enfoque correcto", puntualizan desde ING. En su caso base, el gilt a 10 años quedaría en el 3,45%, estando ahora mismo sobre el 3,5%.
Desde Danske Bank se espera que no haya novedades en la parcela del QT y que el BoE continúe con la reducción prevista de 80.000 millones de libras esterlinas durante los próximos 12 meses. Durante el año 2022, las ventas serán a corto y medio plazo (hasta 20 años).
¿Y la libra? Para los estrategas de ING, las altas probabilidades de que el BoE decepcione al mercado con una subida de tipos menor de lo esperado hará a la libra alejarse a la baja de los 1,15 dólares arduamente recuperados a principios de semana tras la llegada de Sunak y su prometida sobriedad fiscal. Estos analistas esperan un retroceso a los 1,14 dólares o por debajo y muchas dificultades para remontarlos a no ser que los planes de Sunak sean muy convincentes y el dólar empiece a mostrar una debilidad que todavía no se aprecia. Los escenarios más agresivos contemplados por ING (subida de 75 o 100 puntos básicos) sí espolearían a la divisa entre los 1,16 y los 1,175 dólares.