
El banco central canadiense, el único de los países del G-7 que ha podido subir el precio del dinero, lo ha encarecido un cuarto de punto por segunda ocasión consecutiva.
Tras estos aumentos, el Banco de Canadá podría tomarse un descanso para comprobar cómo evoluciona el crecimiento mundial, sobre todo en lo que respecta a su vecino del sur, Estados Unidos. "Dada la considerable incertidumbre que rodea la situación económica, cualquier otra reducción de los estímulos monetarios tendrá que ser sopesada cuidadosamente sobre el desarrollo económico nacional y mundial", ha reconocido la entidad.
Estas reservas provocan que el mercado haya reaccionado con cautela. Así, las compras provocan que el rendimiento de los bonos canadienses a 10 años pasen del 3,16 al 3,13 por ciento. Por su parte, el dólar canadiense se depreciar un 0,15 por ciento, hasta las 1,056 unidades, contra el dólar estadounidense.
Por el momento, el consenso de mercado recogido por la agencia Bloomberg atisba que los tipos podrían despedir 2010 en el 1,25 por ciento, por lo que podrían producirse dos incrementos de un cuarto de punto hasta final de año.
A la espera de Brasil
Después de este incremento, que confirma a Canadá como el alumno más aventajado entre las principales potencias del mundo, la siguiente gran cita del mercado con los bancos centrales tendrá lugar mañana. El protagonista será el Banco de Brasil, del que también se espera un repunte. Los pronósticos contemplan un aumento del 10,25 al 11 por ciento, en el que sería el tercer incremento consecutivo de la entidad monetaria.