MADRID (Reuters) - La inflación española profundizó su retroceso en septiembre lastrada por la caída de los precios eléctricos y del petróleo, mostraron el miércoles datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística.
El IPC de España en septiembre mostró un descenso del 0,9 por ciento anual frente a un descenso del 0,4 por ciento en agosto, registrando su mayor contracción desde febrero y confirmando los datos provisionales y las previsiones de los analistas. En términos mensuales, los precios bajaron en septiembre un 0,3 por ciento.
Pese al decrecimiento relativo de los precios (un efecto conocido como desinflación), responsables del Gobierno, del Banco de España y analistas consideran que se trata de un efecto temporal y que no habrá deflación en España ya que los precios repuntarán hacia finales de año.
"La media a 6 meses de la tasa mensual adelantaría un repunte de la inflación en los próximos meses siempre y cuando no veamos nuevos mínimos en el precio del crudo", dijeron analistas de Banco Sabadell tras la publicación del dato.
"La correlación entre los componentes se ha reducido hasta mínimos, lo que indica que no hay riesgos deflacionistas relevantes, ya que la totalidad de la deflación viene explicada por el efecto base en los precios de la energía y alimentos", añadieron.
Sin tener en cuenta elementos volátiles como energía y alimentos frescos, - lo que se conoce como inflación subyacente- los precios subieron un 0,8 por ciento interanual en septiembre.
Por su parte, el IPCA (indicador de precios armonizado con la UE) mostró una tasa anual negativa del 1,1 por ciento, una décima superior a la de los datos provisionales, frente al -0,5 por ciento en agosto y la previsión de los analistas del -1,2 por ciento.
La variación mensual del indicador del IPCA se sitúa en septiembre en el 0,4.