El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, nombrado ahora también presidente ejecutivo de 'El País' carga contra el Gobierno. En una tribuna publicada hoy en este diario, Oughourlian responde a los intentos de Moncloa de hacerse con el 51% del capital de la compañía para apartarle de la gestión y descalifica el posible uso para ello de una compañía como Indra o incluso Telefónica.
"Sería inaceptable que, cuando estamos recordando que hace ya 50 años murió el dictador Francisco Franco, alguien cayera en la tentación de tratar de adueñarse de un medio de comunicación independiente desde el poder, bien directamente, bien utilizando alguna empresa estatal como instrumento". Según publicó el pasado fin de semana el semanario francés Le Point, el ministro de Transformación Digital, Óscar López, se reunió en París, junto al presidente de Telefónica, Marc Mutra, con el director general de Vivendi, Arnaud de Puyfontaine, para convencerle de que venda su 11,7% en la compañía.
Moncloa cuenta, de momento, con un grupo de accionistas españoles con una participación conjunta de alrededor del 17%. En este grupo, que está liderado por José Miguel Contreras, están Global Alconaba, una firma encabezada por Andrés Varela, uno de los fundadores de Globomedia, con un 7% del capital; Adolfo Utor, dueño de Balearia, que tiene otro 5,4%, y Diego Prieto, fundador y presidente del Grupo SSG, compañía dedicada al transporte sanitario, con otro 3,1%. La clave ahora está en lo que puedan hacer Vivendi, con casi el 12% de participación; la familia Polanco, con un 7,6%; Carlos Slim, con un 7% y el Santander, con otro 4%.
En su artículo en El País tras su nombramiento como presidente ejecutivo del diario y después de haber rechazado el lanzamiento de una cadena de televisión, Oughourlian deja claro que desde su nueva responsabilidad se compromete a preservar "su independencia y libertad editorial". Algo que, según recuerda, "quedó perfectamente reflejado ya en los principios fundacionales del diario". Oughourlian, que controla el 29,8% de Prisa, advierte de que no teme una batalla contra Moncloa y recuerda que "la demostrada firmeza del Grupo Prisa a la hora de preservar y defender sus principios y sus valores le ha provocado muy duros enfrentamientos con gobiernos y partidos políticos de todas las ideologías". En este sentido, concluye asegurando que "los grupos de comunicación libres y que cumplen escrupulosamente con su función de vigilancia social acaban por convertirse en molestos para los centros del poder: sean del cariz que sean".
El PP pide explicaciones
En plena batalla, el PP, por su parte, va a pedir la comparecencia en el Congreso del presidente de Telefónica, Marc Murtra, para que informe de la supuesta reunión que mantuvo en París, junto con el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, con el presidente de Vivendi. Así lo ha asegurado el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, en la rueda de prensa posterior al comité de dirección del partido, después de que haya trascendido que el presidente de Telefónica y el ministro se reunieron para tratar supuestamente de conseguir el apoyo para empresarios afines a Moncloa.
El dirigente popular ha recordado que Telefónica es una empresa con capital público y, por tanto, ha considerado "razonable" que su presidente dé cuenta de esa reunión en el Congreso, en el Senado o ante las dos cámaras. Tras calificar esta reunión de "un escándalo", Sémper ha dicho que están siguiendo con "extrema preocupación" el "ataque permanente de este Gobierno a la libertad de empresa y a la libertad de prensa". Dicho esto, ha lamentado que una empresa cotizada "esté sometida a los intereses estratégicos, mediáticos y económicos del Gobierno y de sus amigos". "Esto es un escándalo", ha enfatizado. Por ello, Sémper ha afirmado que el PP "va a hacer todo lo que esté en su mano para proteger la libertad de empresa, singular y especialmente las empresas cotizadas, y para proteger la libertad de prensa". "Ser transparentes es fundamental para intentar revertir esta deriva del Gobierno, manoseando empresas privadas y queriendo controlar también la prensa", ha apostillado