
El sindicato CCOO denuncia "el momento de gestión errático" que atraviesa RTVE. Según explican los trabajadores en un comunicado hecho público este lunes la Corporación pública está priorizando los intereses de las productoras externas por encima de los programas propios del grupo, una situación que se ha agravado en los últimos días coincidiendo con la muerte de la reina Isabel II.
"Los intereses de la productora Cuarzo Producciones se imponen sobre los intereses de los servicios informativos de TVE (ahí donde está la esencia del servicio público de la Corporación) y sobre los intereses de la estructura territorial", explican.
Las quejas de la organización sindical se centran concretamente en el programa Hablando claro. El pasado 10 de septiembre la periodista Beatriz Pérez Aranda y el resto de trabajadores del Canal 24 horas estaban informando en La 1 de todo lo relacionado con el fallecimiento de la monarca hasta que empezó la emisión del programa producido por Cuarzo.
"Su misión y su espacio en el principal canal de TVE es desplazado por una productora. La dirección de RTVE, en un importante quebranto de la legalidad, ordena el estreno de un programa de productora", detallan.
Pero, ¿por qué alegan que es ilegal? La explicación está en la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal. En su artículo 7 detalla que "la Corporación RTVE no podrá ceder a terceros la producción y edición de los programas informativos y de aquellos que expresamente determine el mandato macro".
Además, el mandato macro establece que "la programación informativa de la Corporación será de producción propia, debiendo actuar como productor y editor principal".
La realidad es que las quejas de los trabajadores del ente público por la emisión de programas informativos producidos por terceros no son nuevas. El programa de Jesús Cintora levantó muchas quejas incluso antes de que empezara a emitirse. Al igual que ha ocurrido ahora, los sindicatos denunciaron que se trataba de un programa externo, producido en esa ocasión por Lacoproducta, fundada por el periodista José Miguel Contreras.
Los trabajadores llevaron sus quejas más allá de un comunicado y los sindicatos UGT, Sindicato Independiente y USO presentaron denuncias ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Tribunal de Cuentas y la Audiencia Nacional. Sin embargo, Competencia decidió archivarlo amparándose en que no era un programa netamente informativo y por tanto sí puede producirse de manera externa. Todo apunta a que en esta ocasión volverá a pasar lo mismo porque como explica el propio CCOO el "infoentretenimiento es el rasgo distintivo de los dos primeros programas de Hablando claro".
Pese a que el infoentretenimiento salvará a RTVE de una nueva multa, en julio Competencia los sancionó por publicidad encubierta, la apuesta por este género tampoco gusta a los trabajadores.
"Las dos primeras emisiones de Hablando claro hablan de contenidos banales, con un tratamiento simplón, alejados de los contenidos de calidad, próximos al tratamiento de los programas del corazón. Ceder a una productora un espacio estelar de programación informativa es un decepcionante mensaje y una clara declaración de intenciones", asegura CCOO.
Hay que tener en cuenta que el propio José Manuel Pérez Tornero, presidente de la Corporación, aseguró en abril en la Comisión Mixta que la "banalización, show, espectacularidad o escándalo no debería estar en línea de programación de Radiotelevisión Española, en ninguna parte, pero fundamentalmente en los informativos". Para CCOO volver a apostar por un programa de infoentretenimiento deja "en evidencia que mintió el Congreso de los Diputados".