
Como Ícaro, MoviePass quebró en 2019 por querer volar demasiado cerca del sol. La empresa fundada en 2011 ofrecía entradas de cine en EEUU a bajo precio, pero la ambición de crecer, sumada a una constante huida hacia adelante y una mala gestión financiera acabó con el primer gran proyecto de suscripción a las salas de cine. El pasado, sin embargo, parece no importarles a los más de 460.000 usuarios que se han apuntado en las primeras 24 horas a la lista de espera para el renacimiento de MoviePass.
El empresario Stacy Spikes, cofundador original de la marca, vendió la parte mayoritaria de la compañía a Helios and Matheson en 2018 por unos 45 millones de dólares. Tras irse a pique poco después, Spikes recompró la firma por 14.000 dólares en 2021 y anunció que la pondría en marcha de nuevo. "Creemos que, si se hace correctamente, la suscripción a salas de cine puede desempeñar un papel fundamental en el incremento de la asistencia a películas hasta nuevas cotas", señalaba entonces.
El momento clave llegó este jueves, cuando MoviePass abrió una lista de espera para registrarse. La respuesta del público fue masiva, con más de 30.000 solicitudes en los primeros cinco minutos y 463.000 en las primeras 24 horas. De hecho, la demanda superó las expectativas hasta el punto de que el servidor de la página web se vio superado y dejó de funcionar durante casi tres horas, según ha informado Spikes.
Pero lo más llamativo es que el casi medio millón de registros - el consejero delegado admite a Insider que puede haber solicitudes duplicadas por los problemas en el servidor - no saben realmente a qué se están apuntando. La web de MoviePass es deliberadamente inconcreta con respecto a los servicios que ofrecerá y cuándo empezarán a ofrecerse.
Así, sí se especifica que la lista de espera se cerrará el 29 de agosto, que quienes se hayan apuntado tendrán créditos gratis (descuentos) para la compra de entradas sin decir cuántos, y que los registrados recibirán 10 invitaciones para enviar a sus amigos y que también se unan. Sin embargo, todo lo demás permanece en la niebla: el servicio beta de MoviePass comenzará "aproximadamente el día 5 de septiembre", se lanzará por fases en distintos mercados del país sin publicar dónde ni cuándo, y habrá tres precios (10, 20 y 30 dólares) que darán acceso a un consumo no especificado de películas en el cine.
Algo a lo que tampoco alude la web es a lo que dijo Spikes cuando anunció hace meses el relanzamiento. Entonces subrayó que operarían con una "moneda virtual" que podría compartirse con amigos y que sería con esa moneda con la que se adquirirían las entradas.
Al contrario que cuando surgió en 2011, MoviePass tendrá que enfrentarse ahora a las grandes cadenas de exhibición que han puesto en marcha un modelo de negocio similar. Compañías como AMC, Regal o Cinemark ya tienen sus propias tarifas de descuento para fidelizar clientes. Además, no parece que la empresa de Spikes vaya a repetir errores del pasado, como ofrecer una película al día pagando solo 10 dólares al mes (una tarifa que ni siquiera alcanzaba el precio de una sola entrada), lo que quemó rápidamente la liquidez de la firma pese a la descomunal escalada de clientes. Sí, MoviePass superó los tres millones de suscriptores en su momento álgido, pero sus tarifas resultaban absolutamente insostenibles en comparación con sus costes.
Con la cifra de registros, el éxito de MoviePass parece asegurado. Pero Spikes tendrá que cuidarse de no defraudar a su clientela, dada la oscuridad en la que el proyecto permanece hasta la fecha.