El paladio se convierte en una rara avis en 2018. Este metal precioso ha alcanzado los 1.137 dólares por onza para entrega en diciembre de 2018, y es el único de los grandes metales que cotiza en máximos, con su valor casi duplicado en dos años. En la última semana de octubre de 2016 cotizaba en el entorno de los 620 dólares por onza.
El rally alcista se ha acelerado en los últimos días debido a las crecientes tensiones políticas entre los EEUU y Rusia, uno de los principales productores, y las medidas de estímulo en China, un consumidor clave. Los expertos aseguran que habrá déficit de paladio en el mercado, especialmente si las difíciles relaciones entre Trump y Putin van a mayores.
Además, que los consumidores de automóviles se decanten cada vez más por vehículos de gasolina - donde el paladio para los catalizadores es fundamental - y no de diésel también colabora a la subida del precio de la materia prima. Citigroup estima que la escasez de paladio persistirá hasta 2020, lo que provocaría el mercado más ajustado en la materia prima en las dos últimas décadas.
En este sentido, el platino puede volver a situarse como la opción preferente para los fabricantes automovilísticos para fabricar catalizadores, ya que hace 17 años que el paladio no era tan caro comparado con el platino. Este cambio, que tendría que ser progresivo por la dificultad de cambiar la materia prima en la maquinaria de los vehículos, ya se produjo hacia el año 2002, cuando la compra de platino aumentó en un 37% ante otra fuerte subida del paladio.
Aunque la subida del paladio esto encarecerá los productos a los consumidores, las compañías mineras salen beneficiadas. Sibanye Gold creció un 14% en Johannesburgo el martes, después de que el año pasado adquiriera el gigante del paladio Stillwater. Por su parte, Anglo American Platinum ganó hasta un 3,5% y opera a su nivel más alto desde 2014.