Materias Primas

La sequía de inversión podría crear otro 'súper-ciclo' que lleve al petróleo por encima de los 150 dólares

Foto de Dreamstime

En los últimos años las grandes petroleras no han realizado grandes inversiones en exploración. Las pocas que estaban en la agenda de las empresas se han venido abajo por su elevado coste (respecto al precio que ha tenido el petróleo estos años). Los inversores han preferido el pan hoy y quizá quedarse sin nada mañana. Cuando el crudo suba, pocas petroleras van a tener capacidad para extraer más crudo.

"Toda escasez de oferta derivará en un gran aumento de los precios, posiblemente muy superior a los 150 dólares por barril que se vio en 2008"

Los inversores en estas firmas empiezan a lamentar el haber presionado a las compañías para que distribuyeran tantos dividendos en lugar de invertir en nuevos proyectos para asegurar el crecimiento de cara al futuro. La absoluta escasez de inversión en exploración está creando el caldo de cultivo perfecto para un aumento sin precedentes en el precio del crudo, según la firma de inversión estadounidense Sanford C. Bernstein.

Las compañías se han centrado en aumentar la rentabilidad y las retribuciones a los accionistas en detrimento de los gastos en bienes de capital destinados a encontrar nuevas fuentes de crudo, según los economistas de Neil Beveridge. Esto ha hecho que las reservas probadas de los grandes productores y el coeficiente de reinversión de beneficios del sector se haya desplomado a mínimos de los últimos años. Los expertos coinciden en que esto allana el camino para que los precios del petróleo superen los récords alcanzados en la década pasada, según Bernstein.

"Los inversores han presionado a los equipos de gestión para controlar el gasto en bienes de capital (maquinaria e infraestructura para extraer crudo) y elevar los dividendos y lamentarán la falta de inversión en el sector", según han descrito los analistas. "Toda escasez de oferta derivará en un gran aumento de los precios, posiblemente muy superior a los 150 dólares por barril que se vio en 2008".

Las grandes petroleras del mundo, como Royal Dutch Shell y BP, sobrellevaron la caída de los precios de 2014 reduciendo los costes, vendiendo activos y reduciendo deuda para poder contentar a los inversores con abultados dividendos. Este año, los accionistas están castigando a la mayor de ellas, Exxon, tras presentar unos resultados decepcionantes junto con un cuantioso plan de gasto y la ausencia de recompra de acciones.

La superabundancia mundial de crudo en los últimos años ha ocultado una "falta de inversión crónica", comenta Bernstein en el informe. El petróleo se mueve cerca del nivel más alto en más de tres años después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados empezaran a recortar la producción en enero del año pasado para reducir un exceso de oferta mundial. Los productores se proponen ahora extraer algo más de crudo para intentar enfriar el mercado, pero las disrupciones tanto en Libia como en Venezuela mantienen los precios elevados.

Las reservas probadas de las principales compañías petroleras mundiales han caído en más de un 30% en promedio desde 2000. Sólo Exxon y BP exhiben una mejora gracias a las adquisiciones, señala el documento Bernstein. Por otra parte, más de 1.000 millones de habitantes pasarán a vivir en ciudades con un estándar de vida digno en Asia en los próximos veinte años: esto sin duda impulsará la demanda de coches, así como la de viajes aéreos, transporte por carretera y de plásticos que también requieren petróleo, sostiene el informe.

"Si la demanda de petróleo continúa creciendo hasta 2030 y posteriormente, la estrategia de 'devolver efectivo' a los accionistas e invertir de manera insuficiente en reservas no hará más que sembrar las semillas del próximo súper-ciclo", según los citados los analistas.

El barril de crudo Brent alcanzó un máximo histórico superior a los 147 en 2008 como consecuencia de la floreciente demanda y la falta de recursos disponibles para aumentar la oferta al ritmo que crecía el consumo de crudo en los países emergentes. Esta situación desembocó en un aumento sincronizado de todas las materias primas que recibió el nombre de súper-ciclo.

Los campos de petróleo que están funcionando a día de hoy son los que tendrán que abastecer la demanda futura, pero hay que tener en cuenta que aunque esos yacimientos alberguen millones y millones de barriles no se pueden sacar de un día para otro. Los campos en funcionamiento están extrayendo cerca de su límite, sólo algunos países como Arabia Saudí o Rusia tienen algo de capacidad para incrementar la producción de un momento para otro, el resto necesitan inversión y la puesta en marcha de nuevos proyectos, algo que requiere una inversión que no está llegando.

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