
Para batir a los mercados a veces hay que ir muy lejos. En esta ocasión, el gesto de fondos suizo ResponsAbility Investments están invirtiendo en la producción de avellanas en una de las montañas más altas del mundo, esperando que el retorno de la inversión importante dado el caso monopolio que ejerce Turquía sobre este fruto seco. | La 'flotación sucia' de las avellanas: Turquía interviene el mercado como si fuesen divisas
Más del 70% de las avellanas de producen en Turquía. Tanto es así, que los productores de este país se comportan como un cártel que dirige los precios de las avellanas a su antojo para maximizar su beneficio.
Empresas como Nutella no quieren depender de los caprichos de los agricultores turcos para establecer sus estrategias, las empresas que trabajan con la avellana quieren estabilidad para mejorar su eficiencia y poder ofrecer a los consumidores un producto de calidad a un precio competitivo.
Rochus Mommartz, director ejecutivo de ResponsAbility Investments, explica que "los productores no quieren depender más de las avellanas turcas", en declaraciones a la agencia financiera Bloomberg.
Este fondo de inversión asegura que prefiere poner su capital a trabajar directamente en la economía real. Por eso está recaudando dinero de inversores para desarrollar la producción de avellanas en Bután, un pequeño país al sur de Asia ubicado en la cordillera del Himalaya y que no tiene salida al mar, pero sí el clima adecuado para cultivar este fruto seco.
"Ellos necesitan esta materia prima, es un interés estratégico para diferentes partes... vamos a avanzar en esto, porque así aseguramos el abastecimiento de avellanas para un número importante de grandes compañías", asegura el CEO de este fondo suizo.
"Ahora lo que necesitamos es paciencia, un inversor que mira su rentabilidad mes a mes y su liquidez minuto a minuto a minuto... no estamos para eso", señala este experto en inversión.
Romper un monopolio y ganar dinero
ResponsAbility Investments quiere aprovechar que precio de la avellana se encuentra muy por encima del coste de producción en un mercado competitivo. El precio de este fruto seco ha subido con fuerza en los últimos tiempos después de que el gobierno de Turquía haya intervenido para apoyar los precios por primera vez en ocho años. Las autoridades públicas turcas actúan en este mercado para mantener cierta estabilidad en un sector del que dependen unas 4 millones de personas en el país.
A través de la institución pública Junta de Granos Turcos (TMO por sus siglas en inglés), el gobierno de Ankara comenzó a comprar avellanas a finales de abril con el objetivo de estabilizar (hacer subir) un precio que históricamente ha sido muy volátil. La operación es similar a la que realizan los bancos centrales en los mercados de divisas cuando quieren llevar a un punto determinado el tipo de cambio de su divisa.
Si otros países como Bután comienzan a incrementar su producción de avellanas podría ocurrir algo similar a lo presenciado en el mercado de petróleo con la irrupción del shale y del fracking. Con el precio de la avellana en precios elevados, los nuevos productores pueden entrar con fuerza en el mercado y llevarse unos beneficios importantes hasta que el mercado comience a funcionar de forma competitiva y el beneficio caiga hasta un nivel cercado al coste marginal.