
El rodio, uno de los metales preciosos más raros, ha tenido su mejor racha en una década por las expectativas de una mayor demanda de este material, que se utiliza para limpiar las emisiones tóxicas de los coches.
El metal lleva avanzando desde hace siete meses y ha tenido un alza de 19% este año, superando a las principales materias primas. Los precios del rodio, que se utiliza principalmente junto con el paladio en los catalizadores de gasolina, se recuperaron del nivel más bajo en doce años que se alcanzó en julio.
El espectacular repunte se produce por la mayor demanda de los usuarios industriales, incluidos los fabricantes de automóviles, que dan cuenta del grueso del consumo de rodio. China, que tiene preferencia por los vehículos de gasolina, en diciembre aumentó menos de lo previsto originalmente un impuesto a las ventas de los coches pequeños. En 2016, los consumidores chinos compraron vehículos al ritmo más veloz en tres años.
"China es una parte importante de esta historia", dijo Jonathan Butler, estratega de metales preciosos de Mitsubishi en Londres. "El nivel de propiedad de automóviles sigue creciendo y hay señales de que podría llegar a los niveles occidentales".
El metal está cotizando a 920 dólares la onza, según la firma Johnson Matthey, que produce cerca de un tercio de todos los catalizadores para automóviles. El avance de este año se compara con una alza de 13% del paladio y un aumento de 8% del platino, que también se utiliza para reducir las emisiones de los automóviles. Los tres metales se extraen conjuntamente, principalmente en Sudáfrica.
Una manera de comprar rodio es a través de un producto que cotiza en bolsa lanzado por Standard Bank Group a fines de 2015. Los administradores de carteras representan la mayor parte de las compras del fondo y los inversores privados conforman el resto, de acuerdo con Johann Erasmus, que supervisa el fondo.
El activo total del producto es de alrededor de 46.650 onzas, dijo. Eso es aproximadamente el 5% de la demanda anual total.
Debido a que el rodio es un mercado más pequeño que otros metales preciosos, los precios son más volátiles, explicó Grant Sporre, analista de Deutsche Bank en Londres. El metal subió multiplicó su valor por 23 entre 2003 y 2008, cuando marcó un récord de 10.100 dólares.
"Actualmente no hay razón para prever que los precios bajarán a corto o medio plazo", dijo Heraeus Metals Germany GmbH & en un informe enviado por correo electrónico el lunes.