
Rockefeller decía que el mejor negocio del mundo era el petrolero y el segundo mejor negocio del mundo el petrolero mal gestionado. En estos momentos se puede decir que estamos ante el segundo escenario si atendemos a los resultados que están presentando las grandes compañías en el mundo, que además ven superada su supremacía por las tecnológicas.
No obstante, cada día que pasa se acerca más un rebote de precios difícil de calibrar. Tan sólo hay que ver el dato de cierres de pozos. Según Baker Hugues, una de las grandes compañías de servicios del sector, en enero de 2015 había un total de 3.309 pozos funcionando en el mundo, frente a los apenas 1.891 pozos que hay en estos momentos, lo que supone que cada día se bombea menos crudo y se han retirado inversiones por cerca de 350.000 millones de euros.
La economía mundial se encuentra en una situación incierta por la marcha de China, pero la lenta mejoría de Europa hace augurar incrementos en los consumos de carburante aunque moderados. Algunos de los principales productores, como Venezuela, Rusia, Argelia, Brasil o Colombia, pueden sufrir problemas económicos si continúa mucho tiempo la tendencia bajista, quizás por ese motivo no paran de reclamar acuerdos de cooperación.
La batalla por la cuota de mercado en un escenario en el que ya no hay preocupación por las reservas y en el que las energías renovables son cada vez más fuertes puede provocar un escenario largo de precios bajos.
La respuesta para las petroleras estará en la tecnología. Las compañías trabajan en buscar sistemas homogéneos y más baratos para extraer el crudo y poder rentabilizar algunas de las reservas existentes. La zona que más cierres ha sufrido es Norteamérica, que frente a 2.051 pozos en funcionamiento en 2015 ha pasado a apenas 846. Veremos si consigue volver a convertirse en el mejor negocio mundial.