
El contexto que rodea a los precios del crudo se ha deteriorado considerablemente de nuevo durante las últimas semanas. Las proyecciones económicas a la baja para el tercer trimestre, el colapso en los márgenes de las refinerías, especialmente en Asia, y el incremento de la producción, tanto para la OPEP como para el resto de países, ensombrecen las perspectivas para los precios del petróleo en la segunda mitad del año y para el conjunto de 2016.
Pese a que en la primera mitad del año habíamos visto cierta recuperación, validada por cierto incremento en la demanda, la plena producción de los países de la OPEP no permite blindar el precio del barril, salvo que las decisiones difíciles lleguen de países no pertenecientes a dicho grupo de productores.
En este sentido, David Martin, analista de commodities para J.P. Morgan, estima que muchas petroleras tendrán que seguir reduciendo sus inversiones y llevar a cabo "un ajuste más abrupto". Otro factor en la nueva debacle del oro negro está en la reapertura de pozos en Estados Unidos durante el segundo trimestre.
Bajo estas circunstancias, J.P. Morgan ha rebajado su precio objetivo para el Brent hasta los 50 dólares el barril para la segunda mitad del año, con el West Texas Intermediate en los 44 dólares el barril. En el conjunto de 2015, los precios tocarán los 55 y los 49 dólares respectivamente.
Sin embargo, los expertos del banco estadounidense han rebajado considerablemente sus proyecciones para 2016, con rebajas de hasta 19 dólares tanto para el Brent como para el WTI, cuyos barriles se cambiarán a 52,50 y 46,50 dólares. En estas cifras se incluyen eventos como el levantamiento completo de las sanciones a Irán y la falta de acuerdo entre los miembros de la OPEP para cambiar la estrategia hasta ahora implementada.