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El petróleo se viene arriba: ¿Esta vez será la definitiva?

Las expectativas de reactivación económica en EEUU pueden devolver el barril a máximos históricos

¿A que ya se habían olvidado del petróleo? Con Wall Street como una moto a pesar de las dudas económicas, y con el mercado español debatiéndose entre la crisis inmobiliaria y los 15.000 del Ibex, el petróleo había pasado al tercer o cuarto plano. ¿Quién se acuerda de que el verano pasado llegó a 79 dólares? Total, lleva mucho tiempo sin subir.

Bueno, nunca hay que quitarle ojo a algo que ha sido uno de los factores determinantes para la economía y los mercados en los últimos años y que, nos guste o no, ha experimentado un cambio estructural. Vivimos en un mundo de un petróleo, como mínimo, a 50 dólares, no a 20 como hace tan sólo cuatro años. En Bolságora ya nos ocupamos de este mercado el 7 de mayo, y entonces hablábamos del posible impacto bajista de una mayor debilidad de la economía en EEUU.

Sin embargo, el escenario del mercado ha cambiado desde entonces. Los últimos datos de actividad apuntan a una recuperación mayor de lo esperado en el segundo semestre, y eso se ha reflejado rápidamente en el precio del barril. Ya entonces les dijimos que, en un entorno de fortaleza del crecimiento global –a EEUU se suman china e India-, los precios podían volver por encima de 70 dólares.
De momento, ayer el West Texas se disparó el 3,2%. Phil Flynn, analista de la firma especializada Alaron, explica este tirón por la nueva tensión entre la oferta y una demanda global que se está fortaleciendo. Sea porque la AIE está avisando a la OPEP para que aumente la producción para satisfacer la demanda de gasolina este verano, o sea por los disturbios en Nigeria que pueden reducir las importaciones, el mercado empieza a sentir el calor , afirma.

En EEUU, están muy preocupados porque la gasolina se encuentra en máximos históricos pese a que el barril todavía está lejos de los suyos. Algo que se explica por unas reservas históricamente bajas y por el inicio de la driving season , es decir, los viajes en coche que acompañan al buen tiempo. En este contexto, las advertencias de la AIE son un reconocimiento implícito de que la producción actual de crudo no basta para atender la demanda. Luego el precio debe subir.

En todo caso, no hay que olvidar que todos los intentos anteriores de volver a máximos históricos en el último año han fracasado: la zona de 67-68 dólares se ha mostrado infranqueable (hablamos del West texas). Y, de momento, la caída desde la última vez que se tocaron los 67 dólares a principios de mayo dibuja una tendencia bajista con mínimos decrecientes. La recuperación de los 63 dólares el miércoles podría empezar a cambiar este escenario, pero, para estar seguros, la cotización debería batir el techo de los 68.

Mientras eso no ocurra, todo lo que se diga sobre la fortaleza de la economía, la demanda y las restricciones de oferta no deja de ser pura especulación. Pero si ocurre, podemos volver a máximos históricos.

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