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El petróleo vuelve a las andadas y se aproxima a los precios de 2008

  • La diferencia entre las medias mensuales se ha estrechado del 116 al 58% en lo que va de ejercicio
  • El ajuste de las cotizaciones se acelerará a partir de septiembre y podría completarse en octubre

La cuenta atrás ya está en marcha. El petróleo cada vez se encuentra más cerca de igualar y superar, por primera vez en 2009, los precios marcados durante el pasado ejercicio. Dos tendencias contrapuestas así lo anticipan: por un lado, el rápido descenso que protagonizó su cotización desde mediados de agosto de 2008; y por otro, la progresiva fortaleza que ha ido mostrando conforme ha avanzado el presente ejercicio.

La evolución reciente de los precios mensuales del barril Brent, de referencia en Europa, permite comprobar el proceso de convergencia que se está produciendo. Haciendo la comparativa entre las medias mensuales de 2008 y 2009 entre enero y julio, las cotizaciones del año pasado superaban prácticamente en un 100% a las de este año, con un máximo del 116% en marzo.

Con la llegada de agosto, esta brecha se está reduciendo a marchas forzadas. Hasta la jornada del pasado viernes, se sitúa en el 58,1%, la mitad que hace cinco meses. Y este proceso tiene visos de acelerarse durante los próximos meses, hasta el punto de que podría culminar en octubre, cuando el promedio del Brent se frenó hasta los 74,7 dólares, o en noviembre, mes en que la media descendió hasta los 55,2 dólares.

Para ello, bastará con que el Brent se mantenga en los niveles actuales. Tras comenzar el año en los 45 dólares, y llegar a situarse por debajo de los 40 dólares a mediados de febrero, ahora se encuentra en los 74 dólares, en zona de máximos desde octubre de 2008. La convergencia también se produciría si se confirman las previsiones recogidas por la agencia Bloomberg, según las cuales el petróleo se moverá en torno a los 65 dólares en el último trimestre del año.

Entre la recuperación y la OPEP

La velocidad de la persecución dependerá de dos razones fundamentales. Por un lado, el grado de consistencia que muestre la recuperación económica. Si, en efecto, se constata que lo peor ha pasado y que las principales economías crecen de nuevo al unísono, la perspectiva de que la demanda mundial de crudo vuelva a crecer impulsará el precio del crudo. Esto, a su vez, actuaría de reclamo para la inversión especulativa, que reforzaría la marcha alcista del oro negro para tratar de anticiparse así a la previsible subida futura del petróleo.

Si, por el contrario, la reacción económica transmite muestras de debilidad, la escalada del crudo, que en lo que va de año se ha revalorizado un 62%, podría darse un respiro. En ese caso, la caza podría retrasarse hasta el mes de noviembre.

Paralelamente, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) también tendrá algo que decir. Y lo hará en la reunión que celebrará el 9 de septiembre en su cuartel general de Viena. Por el momento, los analistas Deutsche Bank adelantan la posibilidad de que el cártel, que produce casi 4 de cada 10 barriles que salen cada día al mercado, reduzca su bombeo.

Su actual sistema de cuotas determina que los socios de la OPEP, excluyendo Irak, deben producir 24,8 millones de barriles al día, una cantidad que podría rebajar. Otra alternativa consistiría en imponer una mayor disciplina a sus miembros, que en julio bombearon 26,2 millones de barriles ?sin Irak?, 1,4 millones por encima del objetivo. Ambas opciones, especialmente la primera, podrían reforzar la ascensión del Brent.

Implicaciones para el bolsillo

Si, como parece, la cotización del crudo acaba dando caza a la registrada durante el pasado ejercicio, esta evolución tendrá un impacto directo en el bolsillo. No en vano, repercutirá en el precio de los combustibles, que de este modo pasarán a estar más caros que en 2008 por primera vez en el año.

Otra consecuencia afectará a la inflación. Si la cesta de la compra ya ha encadenado en España cinco meses consecutivos de tasas negativas se ha debido, principalmente, a la caída comparativa de la cotización del crudo en 2009 con respecto a 2008. Esta influencia se apaciguará a partir de ahora e incluso, salvo sorpresa, el petróleo volverá a ser inflacionista desde octubre o noviembre.

En este sentido, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha reiterado que las tasas negativas a las que también ha descendido la inflación en la Eurozona serán pasajeras, anticipando así que volverán a terreno positivo en cuanto los combustibles dejen de ser desinflacionistas.

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