
Cuando todavía se habla del miedo a la deflación, el eco de la inflación suena a lo lejos. Este viejo enemigo puede renacer en el largo plazo, cuando las masivas inyecciones de capital logren reavivar a las economías. Este argumento ha empujado la cotización del oro, que vuelve a brilla como refugio, por lo que pueda pasar...
"Era lo que faltaba escuchar para convencerse del potencial del oro en lo inmediato, en el mediano y largo plazo", señalan los analistas de ACM Markets. Se refieren a las actas de la última reunión de la Reserva Federal estadounidense (Fed) publicadas ayer, que han vuelto a prestar atención a la inflación.
El organismo presido por Ber Bernanke parece consciente de que con tantos planes de estímulo pululando por la primera economía y un fuerte enfoque monetario cuantitativo, la inflación es toda una amenaza. Es por eso que la Fed se ha fijado como objetivo mantenerla en el 2% en el largo plazo.
"Los inversores vuelven a escuchar la palabra inflación por parte de la Fed y se han encargado de llevar al oro a desafiar la resistencia de julio del año pasado, en 986 dólares por onza", destacan desde ACM Markets.
Descanso en el rally
La recogida de beneficios se impone hoy en la cotización del oro después del rally alcista que ha experimentado desde el soporte de los 900 dólares durante la semana pasada. Antes de caer, el metal precioso ha tocado máximos en 986,67 dólares.
Las ventas se han impuesto a pesar de que los datos de los precios de producción de EEUU han apoyado la teoría de una posible inflación a largo plazo. La tasa subyacente subió un 0,1% elevando la tasa anual hasta el 3,8%, cuando los analistas consultados por Bloomberg esperaban alzas del 0,4% y del 4,2%, respectivamente.
En lo que va de año, el oro se ha revalorizado un 10%, pero desde el 14 de enero ha vivido un auténtico empujón alcista con un avance superior al 20%.
El mercado no se ha olvidado del histórico rol del metal como el mejor refugio anti-inflación. Los inversores tampoco parecen ignorar que en los últimos seis meses la base monetaria estadounidense se ha expandido en más de un 80%. A partir de estas cifras, los operadores esperan que las presiones inflacionistas asciendan a por lo menos el 3% en el largo plazo.
Los expertos de X-Trade Brokers destacan otro factor que favorece al oro: "el endeudamiento de las diferentes autoridades monetarias tarde o temprano acabará teniéndose que pagar obligando a presionar a sus diferentes monedas a la baja, con lo que los inversores vuelven por lo tanto, a apostar por el activo refugio por excelencia".
Michael Blumenroth de Deutsche Bank "todavía" cree que "probaremos los 1.000 dólares, aunque el mercado está extremadamente largo ahora y tenemos algo de toma de ganancia". Según este analista, "la gente está asustada, por lo que todavía hay una fuga a refugios en este momento".