
El Ministerio de Economía y Empresa ha hecho público el texto del Anteproyecto de Ley de transformación digital del sistema financiero en el que se incluye la regulación de un Sandbox o espacio controlado de pruebas dirigido a innovaciones financieras de base tecnológica. Se inicia así el trámite de audiencia pública, cauce de participación con el que se pretende recabar la opinión de los ciudadanos, organizaciones y autoridades interesados.
Economía prevé que las pruebas se realicen bajo tres condiciones: vigilancia de las autoridades competentes, en particular los supervisores financieros; delimitación previa del alcance, duración y características de las pruebas; máxima garantía para los participantes cuando la realización de las pruebas requiere la participación de clientes reales.
"Es una norma avanzada y ambiciosa que generará expectativas favorables a todo el mercado, no solo a las pequeñas startups", apunta Jaime Bofill, socio de Instituciones Financieras de Hogan Lovells, que ha asesorado a la Asociación Española de Fintech e Insurtech en la propuesta de Sandbox presentada al Ministerio por la Asociación. "Nuestra opinión es positiva y se cumplen las expectativas. Se recogen las principales peticiones del mercado y se crea un Sandbox competitivo e innovador que aplica la requerida doble vertiente de no sujeción y exención", añade.
"Como crítica constructiva, la norma se podría concretar en la dotación de más contenido a lo que denomina protocolos, que es la forma de desarrollar el espacio controlado de pruebas de manera específica para cada caso concreto, pero para eso está el período de audiencia pública que finalizará el próximo 7 de septiembre, para mejorar el Anteproyecto", explica Bofill.
Fuentes del Ministerio de Economía destacan que esta iniciativa responde a la convicción de que la transformación digital de la economía es un fenómeno de cambio estructural que exige una implicación activa de los poderes públicos garantizando que los cambios se producen de manera ordenada y coherente con los principios y valores que definen el interés general.
La medida encaja además con las recomendaciones de diversas instituciones y foros internacionales. En ese sentido, la nueva regulación pretende favorecer el proceso innovador eliminando obstáculos y articulando cauces ágiles y transparentes de colaboración entre las autoridades públicas y la iniciativa privada como motor principal de la innovación. Al mismo tiempo, se preservan los principios configuradores de la política financiera, asegurando que la transformación digital no afecta al nivel de protección a la clientela de servicios financieros, a la estabilidad financiera y a la integridad en los mercados, ni facilita de ningún modo la utilización del sistema financiero para fines ilícitos.
Respecto a la principal de las medidas contempladas en el anteproyecto, el Sandbox o espacio controlado de pruebas, existe consenso internacional en considerar que este tipo de instrumentos puede ser de utilidad para todos los actores, y, en especial, para supervisores y legisladores en el ejercicio de sus funciones.