
"La Mutualidad de la Abogacía ha decidido, por voluntad de su Junta de Gobierno, facilitar a sus mutualistas el dato de la pensión esperada -también llamada carta naranja-, lo que les ayudará a diseñar el su previsión social, de acuerdo con sus posibilidades, pero también con el objetivo de lograr una pensión digna en al momento de la jubilación", ha explicado el presidente de la Mutualidad de la Abogacía, Enrique Sanz Fernandez-Lomana, a elEconomista.
En el resto del sector y en el sistema público aún no se ha llevado a cabo esta medida, con la que se pretende generar una conducta de ahorro en los mutualistas. El pasado ejercicio ha crecido el número de ellos, que se situado al acabar el año en 196.326.
"Los mutualistas siguen confiando en la entidad, de tal forma que las aportaciones han subido a 624,7 millones de euros, frente a los 598,4 millones del año 2016, lo que supone un incremento del 5,8 por ciento", ha señalado el presidente de la Mutualidad. Y ha explicado que "el crecimiento del sector este año ha sido negativo (del -5,56 por ciento), por lo que la mejora del 5,8 por ciento es mucho más destacable que en otros años, por comparación con la media del sector.
Este excedente se va a acumular íntegramente a reservas, reforzando de este modo los fondos de solvencia. Los fondos propios al-canzarán, con esta aportación adicional, los 319,6 millones, un 7,62 por ciento más que el año anterior. "Estos fondos propios han pasado de 9 millones a 319 millones en una docena de años, lo que resume muy bien la gestión realizada, asegura Sanz Fernández-Lomana.
Además, la rentabilidad neta de las inversiones se ha situado en el 5,17 por ciento sobre los activos invertidos, lo que permite retribuir a los mutualistas con el 4,65 por ciento -90 por ciento de la rentabilidad obtenida-.
La Mutualidad continuó en 2017 situada por encima del ratio medio de solvencia del sector de seguros de vida y supera en 2,23 veces los requisitos mínimos de Solvencia II, exigidos por la normativa aseguradora. Para el presente ejercicio, la Mutualidad se propone conseguir una serie de mejoras en torno a tres cuestiones principales: las aportaciones de los mutualistas, el volumen de ahorro y la rentabilidad.
En lo que respecta a las aportaciones, se prevé que el crecimiento sea más moderado que en años previos, alcanzando un 2 por ciento, hasta situarse en los 641,3 millones de euros. Con ello, el volumen del ahorro gestionado llegará a los 7.295 millones, frente a los 6.624 millones del año pasado, lo que representa un 10,12 por ciento más.
La rentabilidad prevista para 2018 se estima en un 4,72 por ciento, lo que dejaría la rentabilidad a favor de los mutualistas en el 4,25 por ciento.