
Mark Chadwick fundó Carbon Clear hace doce años después de una prolija carrera en la industria de Internet. Ahora su objetivo es dejar un mundo mejor y contribuir a la ambiciosa lucha contra el cambio climático. Su sólida experiencia le permite asesorar a empresas a nivel internacional en el desarrollo de programas de sostenibilidad y vaticina que los retos del futuro pasan por la interconexión de dispositivos, el transporte sostenible y la rapidez de las empresas en subirse al tren del pleno respeto por el medio ambiente. El informe presentado por su empresa Estado del Reporting de Sostenibilidad en tres índices bursátiles europeos: el Ibex 35, FTSE 100 en Reino Unido y CAC 40 en Francia, nos lleva hasta él. Pese a los buenos datos de España, cae por su propio peso la necesidad de una legislación acorde. Dos años después de la firma del Acuerdo de París es inevitable preguntarse: ¿en qué punto nos encontramos?
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El 74 por ciento de las sociedades del Ibex ya ha asumido el reto de introducir el desarrollo sostenible en el eje vertebrador de sus empresas. ¿Cuál es la diferencia principal entre Londres (FTSE 100) y Francia (CAC 40)?
Algo a tener en cuenta es que en el FTSE 100 hay muchas empresas y la diferencia entre las que son muy activas en medidas contra el cambio climático y las que no lo son tanto, es muy grande. Por lo tanto, existen desempeños muy diferentes entre las más grandes como British Telecom, Marks Spencer o Unilever y las que se limitan a cumplir la normativa por un mero tema de obligatoriedad legal. Las mejor clasificadas tienen muy claro, por los inputs que les llegan de clientes, accionistas y empleados, cómo hacer frente al cambio climático y la sostenibilidad. Esta gran variedad muestra que a día de hoy no hay una característica común a todo el FTSE 100. Su pregunta es más fácil de contestar mirando al mercado francés, donde el margen entre las que mejor y peor desempeño muestran, es menor debido a que el marco legal francés es más exigente que en Reino Unido y España. En Francia, el artículo 173 de la Ley de Transición Energética para el Crecimiento Verde requiere a las empresas cotizadas, bancos y entidades crediticias e inversores institucionales a reportar sobre cómo integrar riesgos y cuestiones ASG-Climáticas en la toma de decisiones. Con este artículo, Francia se convierte en el primer país en requerir un reporte de información extenso sobre cambio climático de sus inversores institucionales. En Francia muy pocas van más allá de cumplir con el marco legal y difícilmente las empresas fra cesas que mejor puntúan -la mejor clasificada es Schneider Electric- entrarían en el top 10 europeo. Sin embargo, el desempeño medio de las participadas francesas es más alto que en España o Reino Unido. Como conclusión diría que las empresas del FTSE 100 han entendido que cumplir con la sostenibilidad es importante. Esto para nosotros es un reto porque cada vez aplican mejores herramientas y tácticas que les acercan a la excelencia en reporte de sostenibilidad. Por ello, Carbon Clear es cada año más exigente en el análisis de los indicadores.
¿Se necesita una legislación más exigente para combatir esto como ocurre en Francia? En España no hay legislación...
El desempeño de las empresas del Ibex 35 es interesante porque si bien algunas empresas obtienen puntuaciones muy altas y en general las compañías han demostrado un nivel de reporting por encima de la media europea, en el top 10 se puede apreciar cómo en las categorías de objetivos de reducción y estrategia de adaptación a los riesgos climáticos la nota general desciende visiblemente. Por esta razón, un marco legal ayudaría a las compañías a mejorar su rendimiento. Si se aplicase una legislación propia, es destacable que el impacto sería mayor fuera del Ibex, ya que al estar bajo el foco de accionistas y medios, no necesitan demostrar un mayor compromiso con la sostenibilidad. Muestra de ello es que cuando una empresa entra en el Ibex por primera vez, siempre muestra un peor desempeño en sostenibilidad que las demás compañías. A su vez, la legislación mejoraría la lucha contra el cambio climático a empresas que no estén dentro del Ibex. Un ejemplo es el Carbon Reduction Commitment (CRC) que se aplica en Reino Unido desde 2007 y propone la reducción de emisiones y una reducción de 1,2 millones de toneladas anuales en 2020, llegando a reducir el 60 por ciento en 2050, en relación a niveles de 1990.
¿Cuál sería el principal reto al que se enfrentan las principales empresas a nivel europeo?
Creo que el reto tendrá que ver con la velocidad en la aplicación de medidas para adaptarse a la lucha contra el cambio climático. Hasta ahora fue lenta, en 1988 se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las renovables han ido creciendo lentamente; la legislación también ha tardado en llegar, pero ahora con los Acuerdos de París se fija un marco global muy ambicioso respecto a la reducción de emisiones. El precio de energías renovables está descendiendo de forma exponencial y ya es la opción más barata en algunos países. Vemos cómo se está apostando por el vehículo eléctrico. El cambio esta siendo exponencial y se aplican de manera más rápida. A las empresas les va a costar adaptarse a este ritmo.
¿El Acuerdo de París y los objetivos de sostenibilidad (ODS) propuestos por la ONU han abierto el camino para que las empresas asuman este reto?
Venimos estudiando y reportando sobre la actividad de las empresas desde 2011 y hemos visto un progreso muy importante año tras año. Cada año vemos que las empresas ejecutan mejores prácticas y mejores programas de reducción de emisiones. El Acuerdo de París se elaboró en 2015 y se firmó en 2016. Seguro que sus resoluciones influenciarán en un futuro a las políticas y estrategias del sector privado porque todos los países y sus empresas deben cumplir con el acuerdo, ampliando el cerco. Hoy lo que está jugando un papel esencial con avances mayúsculos es el desarrollo tecnológico, por ejemplo, el hecho de que las renovables están siendo ahora más baratas. Ahora ser respetuoso con el medio ambiente es más barato que antes. No podemos olvidarlo a la hora de decir qué está influenciando la lucha contra el cambio climático. Otro hecho importante es que hoy la contaminación local y urbana se está teniendo en cuenta especialmente. La contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero a nivel global es un tema muy importante, pero existe una nueva preocupación más tangible, por las contaminación local y urbana, China es un claro ejemplo. Y esto mismo pasa en Londres, París o Madrid.
Ya que abordamos el Acuerdo de París, ¿qué supone que Donald Trump haga salir a Estados Unidos de este acuerdo?
Espero que no tenga mucho impacto. La reacción de las grandes empresas, las grandes ciudades y los Estados dijeron que sí cumplirían con el Acuerdo independientemente de la posición de Trump. De hecho, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, fue el primero en decir que su ciudad lo haría. Sería un gran noticia que los EEUU estuviesen dentro del Acuerdo, pero espero que no tenga tanta importancia más allá del gran impacto mediático que supuso. En este aspecto, el precio de las renovables en EEUU es tan barato que es imposible, si nos atenemos a las leyes de la oferta y la demanda, que vuelva a utilizarse el carbón, es demasiado caro y era uno de los argumentos que esgrimía el presidente Trump para salir del Acuerdo de París. La gente pierde empleos en las minas de carbón por muchos motivos pero ninguno relacionado con el clima. La revolución que vino de la mano de técnicas innovadoras para la extracción de shale gas es un motivo más importante para el descenso de la extracción de carbón en EEUU, que otros motivos estrictamente ambientales. Trump no va a solucionar la desaparición de la industria del carbón de EEUU saliendo del Acuerdo de París.
¿Cuál es la tarea pendiente que tenemos que abordar ya en materia de sostenibilidad? ¿Es la concienciación uno de estos puntos a abordar?
La forma en que se afronta la sostenibilidad es muy diferente en virtud de los distintos países o regiones. Hay países como Alemania o Japón que son ejemplares ya que tienen unos índices individuales de reciclaje muy altos frente a otros que no actúan igual y otros que ni se plantean hacerlo. Debido al nivel de dificultad que supondría, antes que la concienciación individual y de influir sobre el consumidor final, debemos enfocar nuestros esfuerzos en el desempeño de las compañías y los gobiernos. A nivel gubernamental el Acuerdo de París es un paso muy importante pero deberíamos plantearnos la posibilidad de sancionar a los gobiernos que no cumplan con los objetivos. Debemos estar muy satisfechos con lo que nos permitirá el Acuerdo de París, pero el siguiente paso sería estudiar medidas sancionadoras. A nivel corporativo, hay un número limitado de empresas que lo están haciendo muy bien, alineadas con lo objetivos de la ciencia pero aún hay muchas que no.
¿Cuál es la macrotendencia a nivel europeo en sostenibilidad ambiental?
No debemos esperar a nuevas tecnologías sino usar las que ya tenemos, otra cosa es el deseo empresarial y político para utilizarlas. Es cierto que hay empresas que están trabajando en tecnologías muy innovadoras, como baterías eléctricas en estado sólido para almacenar energía proveniente de las renovables. El transporte sostenible va a ser uno de los principales retos del futuro, junto con la interconexión de dispositivos. En el futuro tendremos nuestras propias fuentes de energía en casa. Yo tengo paneles solares y un coche eléctrico con una batería lo suficientemente potente como para suministrar a mi casa de energía 3 o 4 días. Todavía no existe una tecnología que permita que estén conectados. La energía de las placas solares que no utilizo va a la red. Imagínese si todos tuviésemos paneles solares y baterías eléctricas interconectadas, seremos proveedores y consumidores de energía.