Zapirain y Etxebarria desvinculan a la acusada Saioa Sánchez y rechazan que reclutara e instruyera en el manejo de explosivos
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Los etarras Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria, condenados a más de 500 años de cárcel por los asesinatos del inspector de Policía Eduardo Puelles y el brigada del Ejército de Tierra Luis Conde, han negado este lunes haber colocado una mochila-bomba en una oficina del INEM en Bilbao el 29 de enero de 2006 y que la tercera acusada, Saioa Sánchez, les captara para integrar el 'comando Otazua'.
En el juicio, en el que los tres acusados se enfrentan a sendas penas de 15 años de prisión por estragos terroristas, Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria se han desdicho de las declaraciones incriminatorias que prestaron ante la Guardia Civil, afirmando que fueron hechas bajo torturas durante el periodo de incomunicación y que así se lo han hecho saber al Comité Europeo para la Prevención de la Tortura que les ha visitado en la cárcel.
Los dos, que son pareja sentimental, han rechazado que Saioa Sánchez Iturregui les propusiera integrarse en ETA y han asegurado que "nunca" les instruyó ni llevó a su domicilio materiales para la fabricación de artefactos explosivos. Dicho esto, han aseverado que no han perfeccionado la bomba colocada en la sede del INEM, del número 49 de la calle Santutxu, que causó daños valorados en 93.400 euros.
Etxebarria ha aprovechado su intervención para recordar que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estraburgo, condenó a España en 2014 por no investigar las torturas que ella denunció y que puso de manifiesto ante el juez instructor. "El juez instructor actuó como quien oye llover", ha lamentado.
LA TERCERA ACUSADA DICE QUE ESTABA EN FRANCIA
Saioa Sánchez, que, al igual que los otros dos procesados, se ha negado a responder a las preguntas de la fiscal Dolores Delgado, ha afirmado que en el momento de los hechos se encontraba en Francia, donde llegó en 2005, fue detenida en 2007 y está presa por pertenencia a ETA. Además, ha negado haber reclutado a los dos acusados o haberles dado "cursillos" sobre el manejo de explosivos.
En la vista, han declarado varios ertzainas que han relatado cómo un vecino avisó sobre la 1.40 horas de la madrugada de que una mochila, acompañada de una "octavilla" con la leyenda 'Peligro bomba', estaba colocada a las puertas de la sede del INEM. Los agentes se trasladaron para acordonar la zona, que han calificado como "muy populosa" con numerosas "viviendas habitadas" y de "difícil" desalojamiento.
"La explosión fue muy fuerte", ha relatado uno de los testigos que sufrió múltiples cortes por los cristales de las ventanas rotas durante la onda expansiva, mientras que otro de los agentes ha explicado que le provocó un "pitido" permanente en el oído y que, a día de hoy, sigue siendo tratado por esta dolencia.
El instructor del atestado ha puesto de relieve que los acusados declararon "libremente" con asistencia letrada y con todas las garantías en sede policial y que la denuncia por malos tratos presentada contra él ha sido archivada. Además, ha señalado a Saioa Sánchez como la encargada del adiestramiento del comando y ha situado su fecha de huida a Francia "a finales de 2006".
"Es posible que su huida fuera en 2005", ha añadido a preguntas de la defensa. El secretario del atestado ha precisado que el movimiento de etarras entre España y Francia es "habitual", por lo que pueden operar indistintamente en ambos países y trasladar a territorio nacional artefactos desde el país vecino.
Los agentes, que han apuntado a Etxebarria y Zapirain como quienes colocaron el artefacto, han recordado que en su domicilio se intervino un manual para la fabricación de explosivos y la nota "más característica" del comando, inscripciones donde se podía leer "¡No tocar!" o "Peligro bomba!", además de "bridas" para sujetar esos carteles.
También se incautó un manual con las huellas de Saioa Sánchez y manuscritos con "matrículas de txacurras, guardaespaldas y cipayos"", según el escrito provisional de conclusiones de la fiscal.