
Madrid, 17 ago (EFE).- Todas las familias que perdieron su casa en el derrumbe de un edificio del barrio madrileño de Carabanchel abandonarán hoy el hotel donde estaban alojados para mudarse a sus nuevas viviendas de alquiler, que sufragará al menos durante los seis primeros meses el Ayuntamiento de Madrid.
Así lo ha confirmado hoy la alcaldesa en funciones, Marta Higueras, tras reunirse junto con la concejala del distrito de Carabanchel, Esther Gómez, con los vecinos afectados por el derrumbe del número 5 de la calle Duquesa de Tamames el pasado 3 de agosto, en el hotel donde permanecían desde entonces.
Cada una de las dieciséis familias afectadas ha podido escoger su vivienda de entre las 183 viviendas de alquiler social de las que la Oficina de Alquiler Municipal dispone en el barrio de Carabanchel y trece propiedad del Instituto Madrileño de la Vivienda -dependiente del Gobierno regional- que ninguno de los afectados ha elegido por no disponer de muebles, según indica el Ayuntamiento.
Esta institución prevé gastar unos 76.000 euros en los alquileres de las viviendas, con cuantías distintas según el número de miembros de la unidad familiar: para una persona hasta 572 euros, para dos hasta 586 euros, para tres miembros hasta 665 y si son cuatro o más hasta 890 euros.
El representante de los vecinos afectados, José Julio Ruiz, ha dicho hoy estar contento con "la solución rápida y eficaz" buscada por el Ayuntamiento: "La verdad es que se han volcado con nosotros con todos los medios que han tenido".
Una vez pasados los seis primeros meses, queda abierta la posibilidad de que el Consistorio dé "una cobertura un poco más larga" a algunos vecinos, sobre todo a aquellos que tengan hijos en edad escolar, para que no "se les trastoque el ritmo", ha apuntado el representante de los afectados.
Por su parte, la concejala del distrito de Carabanchel ha indicado que la situación afrontada por estos vecinos ha sido "de muchísimo dolor" y que el Ayuntamiento se ha volcado en "facilitar que las familias recuperaran cuanto antes su normalidad".
De las dieciséis familias que perdieron su vivienda (el edificio tenía veinte pero el resto pertenecía a entidades bancarias o empresas), tres vivían arrendadas -igualmente se les ha buscado solución- y ocho tenían la casa hipotecada.
La Oficina de Intermediación Hipotecaria ya está trabajando con los bancos para "conseguir la condonación" de la deuda, según ha explicado la concejala del distrito de Carabanchel, que espera de esas entidades que "antepongan" la necesidad social a sus intereses económicos.
Además del pago del hotel y los alquileres, el Ayuntamiento ha tramitado 11 ayudas de emergencia para audífonos, prótesis y gafas -por el momento se han presentado 9 presupuestos por valor de más de 7.200 euros- y ha facilitado a las familias medicamentos a través de la farmacia del Samur Social.
Todos cuentan además con sus tarjetas sanitarias y su Documento Nacional de Identidad.
José Julio Ruiz ha agradecido la ayuda y solidaridad encontrada en los trabajadores de bomberos, Samur Social y en los familiares, amigos y compañeros de trabajo de los afectados: "Los vecinos lo hemos afrontado con muchísima entereza, a veces con desesperación, otras con esperanza, otras con ira y otras con alegría... Un poco de todo, pero yo me quedo con la parte humana", ha ensalzado.
Y a los periodistas les ha pedido "respeto" para cuando llegue el momento de recuperar las pocas pertenencias que pudieron rescatarse tras el derrumbe. "Va a ser un momento duro y triste y muy íntimo; tendremos que pasarlo pero es un trago amargo", ha comentado.
En el hotel se han alojado veintiocho vecinos del edificio derrumbado y otro estuvo en una vivienda del Samur Social, mientras que los residentes en el edificio contiguo al derrumbado ya regresaron el pasado viernes a sus casas después de que un informe municipal confirmase el buen estado de las instalaciones.
La alcaldesa en funciones de Madrid, Marta Higueras, ha agradecido hoy a los trabajadores públicos "su esfuerzo y labor de atención" a los afectados.