
La Comisión Europea propone la derogación de la Directiva sobre Fiscalidad del Ahorro, ya que este texto ha sido superado y se requiere un alcance más amplio de intercambio automático de información sobre cuentas financieras, que incluya los ahorros de ingresos derivados. La derogación de esta norma pretende crear un marco simplificado para el intercambio automático de información financiera y evitar cualquier inseguridad jurídica tanto para las autoridades fiscales como para las empresas.
Un elemento clave del paquete presentado por Bruselas es la propuesta para introducir el intercambio automático de información entre los Estados miembros en sus decisiones fiscales. Esta evasión empresarial priva a los presupuestos públicos de los Estados miembros de la UE de miles de millones de euros al año. Además, socava la distribución justa de la carga entre los contribuyentes y la competencia leal entre las empresas.
Las dos propuestas legislativas de este paquete se presentarán al Parlamento Europeo para su consulta y al Consejo para su adopción. Los Estados miembros deben ponerse de acuerdo sobre la propuesta de decisiones fiscales a finales de 2015, de modo que pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2016. Teniendo en cuenta que el Consejo Europeo de diciembre de 2014, instó a la Comisión a hacer esta propuesta, el compromiso político completo al llegar a un debe esperarse acuerdo oportuno.
El siguiente hito será un plan de acción en materia de tributación corporativa que se presentará antes del verano. Este segundo plan de acción se centrará en las medidas para hacer más justo el Impuesto sobre Sociedades y más eficiente en el mercado único, incluido un relanzamiento de la Base consolidada común del impuesto sobre sociedades (BTCC) y las ideas para la integración de las nuevas acciones del G-20 de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) para combatir la erosión de la base y cambio de beneficios (Beps) a nivel de la UE.
Paquete de transparencia contra la evasión
Esta medida se incluye en el paquete de medidas de transparencia, que acaba de presentar y que van encaminadas a abordar la evasión del impuesto de sociedades y la competencia fiscal perniciosa en la Unión Europea (UE). El paquete está en consonancia con el trabajo realizado en el proyecto que desarrollan en la actualidad la OCDE y el G-20 de lucha contra la deslocalización de la tributación de los Beps y refleja la larga cooperación con la UE en esta materia.
La Comisión y Eurostat trabajarán, paralelamente, con los Estados miembros para ver cómo se puede llegar a una estimación fiable del nivel de evasión y elusión fiscal. Hay una creciente evidencia de que la evasión y la elusión son omnipresentes y causan pérdidas de ingresos significativos. Sin embargo, una cuantificación precisa de la escala y el impacto de estos problemas no se ha determinado hasta ahora. Estadísticas confiables de la escala y el impacto de estos problemas podrían ayudar a mejorar las medidas de política de destino en su contra.
Las empresas se benefician de la complejidad de las normas fiscales y de la falta de cooperación entre los Estados miembros para desplazar los beneficios y minimizar sus impuestos. Por lo tanto, Bruselas considera que con un aumento de la transparencia y de la cooperación se va en el buen camino para vencer en la lucha contra la planificación fiscal agresiva y las prácticas fiscales abusivas.
En la actualidad, los Estados miembros comparten muy poca información con el resto acerca de sus decisiones fiscales. Cada Estado miembro decide de una forma discrecional, si una norma impositiva puede ser relevante para otra jurisdicción. Como resultado, los Estados miembros suelen desconocer las resoluciones fiscales transfronterizas emitidas en otros lugares de la UE y que pueden afectar sus propias bases impositivas. Para corregir esta situación, la Comisión propone que se elimine este margen de discrecionalidad y la interpretación. Los Estados serán requeridos para intercambiar automáticamente información sobre sus decisiones fiscales. La Comisión propone que cada tres meses, las autoridades fiscales nacionales envíen un breve informe a sus homólogos, sobre todas las decisiones fiscales transfronterizas que hayan expedido. Los Estados miembros podrán, entonces, solicitar información más detallada sobre algunas decisiones en particular.
Bruselas estudiará la viabilidad de nuevos requisitos de transparencia para las empresas, tales como la divulgación de cierta información impositiva por las multinacionales. Los objetivos, beneficios y riesgos de cualquier iniciativa se deben considerar cuidadosamente. Por tanto, la Comisión evaluará el impacto de posibles requisitos de transparencia adicional en una etapa posterior.
El Código de Conducta sobre fiscalidad de las empresas es una de las principales herramientas comunitarias para garantizar una competencia justa en torno al Impuesto sobre Sociedades. En él se establecen los criterios que determinan si un régimen fiscal es dañino o no, y obliga a los Veintiocho a suprimir las medidas fiscales que consideradas perjudiciales, que van en contra del Código. Los Estados se reúnen regularmente para evaluar su cumplimiento con el Código. Pero en los últimos años, se ha vuelto menos eficaz en el tratamiento de los regímenes fiscales perjudiciales, ya que sus criterios no tienen en cuenta los más sofisticados métodos de evasión de impuestos por las empresas. Por ello, la Comisión se ha comprometido a trabajar con los Estados miembros para revisar el Código de Conducta.