El papa Benedicto XVI condenó "el execrable" secuestro del arzobispo caldeo Faraj Rahu, este viernes en Mosul (norte de Irak) por hombres armados, y solicitó su liberación, indicó el Vaticano.
"Triste por ese nuevo acto execrable, que afecta profundamente a toda la Iglesia y en particular a la iglesia caldea, el Papa (...) invita a orar para que prevalezca la razón y la humanidad en los autores del secuestro y monseñor Rahu sea entregado cuanto antes al cuidado de su rebaño", escribió en una nota la Santa Sede.
En su mensaje, el pontífice rogó por que el pueblo iraquí "encuentre el camino de la reconciliación y la paz" y dijo estar, así como "toda la comunidad cristiana", junto al patriarca de los Caldeos, el cardenal Emmanuel III Delly.
El arzobispo caldeo fue secuestrado este mismo viernes en Mosul (norte de Irak) por hombres armados que mataron a su chofer y dos guardaespaldas, según indicó a la AFP un oficial del ejército iraquí.
El arzobispo fue secuestrado después de presidir el Via Crucis, un rito religioso particularmente apreciado por los caldeos, celebrado en una iglesia de Mosul.
"Ello nos hace creer que la acción criminal fue premeditada", sostiene la nota del Vaticano.
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