El Comité contra la Tortura del Consejo de Europa (CPT) expresa su preocupación por algunas denuncias de malos tratos recibidas de personas detenidas por los Mossos d'Esquadra y reclusos recluidos en departamentos de régimen cerrado especial en prisiones, sobre todo en Brians 1, en un informe publicado este martes.
El informe señala la intención de las autoridades catalanas de reducir progresivamente el uso de la fijación mecánica de los reclusos agitados a una cama con correas.
Recomienda el informe a las autoridades catalanas que transmitan el firme mensaje de que los malos tratos a las personas detenidas son ilegales, poco profesionales y serán objeto de las sanciones correspondientes.
El CPT constata que en su vivita de 2018, se había producido una ligera disminución en el número de veces que se ha fijado a los reclusos y que la duración media de la medida ha disminuido considerablemente.
Las conclusiones de la visita indican que el recurso a la fijación mecánica en las prisiones visitadas conserva claros elementos punitivos y que la medida sigue sin cumplir las disposiciones jurídicas pertinentes.
Constata que hay una ligera disminución en la fijación de reclusos a una cama con correas
El CPT pide a las autoridades que supriman el uso de la fijación de los presos agitados a las camas con correas.
Con respecto a las reclusas, el informe reconoce los buenos servicios de atención de la salud que se les presta, pero subraya la necesidad de introducir mejoras para atender necesidades específicas.
Aunque la gran mayoría de las personas con las que se entrevistó la delegación del CPT declararon que habían sido tratadas correctamente cuando fueron detenidas por los Mossos d'Esquadra, se recibieron varias denuncias de malos tratos físicos.
Los supuestos malos tratos consistían principalmente en "patadas y puñetazos en la cabeza y el cuerpo y golpes con porras en el cuerpo de las personas detenidas, normalmente en el momento de su detención".
La delegación del CPT también recibió algunas denuncias concretas de personas detenidas de que habían sido golpeadas con porras por los Mossos mientras estaban sometidas a un medio de sujeción no autorizado que denominan "bocadillo" -mientras estaban sujetas por los tobillos, metidas entre dos colchones de plástico unidos por correas de velcro-.
En lo que respecta a las prisiones, el CPT se centró en su inspección en la situación de los reclusos colocados en departamentos especiales de régimen cerrado (DERT) y de las mujeres reclusas.
En los cuatro establecimientos penitenciarios visitados (Brians 1, Mas d'Enric, Ponent y Wad-Ras), el CPT recibió varias denuncias de malos tratos físicos a los reclusos por parte de los funcionarios de prisiones, en particular en la prisión de Brians 1, que consistían en bofetadas, puñetazos y golpes con porras. En el informe se recomienda que la administración penitenciaria aumente la vigilancia.
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