
La mayoría de las firmas sabe que la revolución tecnológica está aquí y la que se 'duerma' perecerá.
Parece existir un convencimiento entre los especialistas de las tecnologías destinadas al sector legal (legaltech) de que ningún robot le quitará el empleo a un ser humano, que ese empleo se pierde ante otra persona que sabe gestionar mejor las habilidades de ese robot.
Esta idea lleva a la conclusión de que tanto los abogados como las firmas tienen un reto muy importante para sus respectivos futuros, que ya ha comenzado a gestarse y que un retraso en subirse a esta adaptación podrá suponer la salida del mercado de los servicios jurídicos en un plazo no muy lejano.
Así lo afirman con rotundidad Francesc Muñoz, CIO de Cuatrecasas, y Marc Vidal, CEO de AllRework, por poner dos ejemplos de peso. Este último, por cierto, en el II Legal Tech Forum, organizado por Thomson Reuters, trataba de tranquilizar a los letrados sobre su futuro, explicando que "los países con más robots del mundo -Corea y Alemania-, son los que tienen menos paro". La experiencia muestra que las empresas utilizan abogados recomendados por personas de confianza. Lo que importa es saber quiénes son los mejores.
Para entender cómo se está desarrollando el fenómeno es preciso, como ocurrió en los albores de Internet, mirar hacia el mercado de servicios legales de Estados Unidos. Allí, la oferta más extendida, en estos momentos, junto a las bases de datos tradicionales, que ahora se enriquecen con la inteligencia artificial para lograr unos resultados más ajustados a las necesidades y exigencias de los letrados que las emplean, se encuentran los buscadores de profesionales y de firmas legales. Se trata de los marketplaces inteligentes, que unen a proveedores y consumidores de servicios legales.
Hay dos tipos de buscadores. De una parte están los más tradicionales, que cuentan con pruebas de admisión de los candidatos a aparecer en ellos y con un funcionamiento muy similar al de los buscadores de hoteles. Así, son los clientes los que van calificando e incluyendo comentarios sobre los letrados para que, quienes llegan después al buscador, se puedan hacer una idea de lo que van a encontrar. Estas plataformas digitales para abogados son las más comunes, son del tipo encuentra a tu abogado, ya que están orientadas a poner en contacto usuarios de servicios jurídicos con abogados freelance. Su misión es la de facilitar la conexión inicial entre abogados y potenciales clientes.
Clasifican y valoran a los abogados dados de alta en sus plataformas, ofrecer al usuario una gran base de datos de abogados con información básica y sobre su experiencia y especialización, y realizan una comparación entre abogados, según los años de experiencia profesional, las valoraciones asignadas por los clientes, sus honorarios, etc.
El segundo tipo de buscadores, con servicios similares, en lugar de emplear las valoraciones de los clientes, usan algoritmos para ofrecer información a los posibles clientes que buscan un especialista en un cierto tipo de Derecho, de un nivel de minuta determinado, en un determinado espacio geográfico y otras muchas características más, que van diferenciando a unos y otros buscadores de abogados y clientes.
Predecir el resultado del juicio
La característica de ofrecer datos fiables sobre la posibilidad de ganar o perder un caso constituye una de las aplicaciones tecnológicas más interesantes para el sector. Así, una de las tendencias más señaladas es la justicia predictiva basada en Inteligencia Artificial débil. Son herramientas que se desarrollan para analizar, por ejemplo, sentencias precedentes y, en base a un análisis masivo de datos, establece la probabilidad de ganar en un determinado procedimiento judicial.
En España, Écija ha desarrollado una tecnología basada en Big Data: Data Forecast, que permite predecir en casi un 90 por ciento el riesgo sancionador en materia de protección de datos.