
Durante la presentación del libro 'Los ángulos muertos del Estado de Derecho', en el Senado, el jurista Miquel Roca i Junyent ha reivindicado la necesidad de mantener una vigilancia constante sobre el modelo democrático y constitucional. Acompañado por los autores de la obra —editada por Lefebvre con el apoyo de la Fundación San Pablo CEU—, Roca ha defendido el papel de la crítica doctrinal rigurosa como herramienta esencial para fortalecer el Estado de Derecho.
"El rigor académico es un ejercicio necesario y positivo", ha señalado, destacando la legitimidad de la doctrina para cuestionar las distancias entre el modelo constitucional ideal y su aplicación real. A su juicio, los 'ángulos muertos' que identifica el libro representan las brechas que aún persisten y que es necesario superar con voluntad de consenso y respeto a la independencia institucional.
Roca, uno de los padres de la Constitución de 1978, ha recordado en su intervención durante el debate constituyente: "No sacralicemos la Constitución, no resolverá todos los problemas si no hacemos lo que nos corresponde". Casi cinco décadas después, reafirma ese mensaje: mejorar el modelo democrático exige reflexión, autocrítica y compromiso activo.
La publicación ha combinado el conocimiento académico con la experiencia práctica de expertos del Derecho, incorporando visiones procedentes de la abogacía, el mundo universitario y altas instancias jurisdiccionales. Su objetivo es detectar los "ángulos muertos" del sistema —aquellos aspectos menos visibles pero esenciales para el equilibrio democrático—, alertar sobre su deterioro progresivo y aportar propuestas constructivas para garantizar la vigencia del Estado de Derecho.
Se trata de un libro cuyos autores, a pesar de sus diferencias, señalan las áreas de mejora, o 'ángulos muertos', del modelo constitucional. Se argumenta que la diversidad ideológica no debería impedir encontrar puntos en común para reforzar el sistema.
El catedrático de Derecho Constitucional Manuel Aragón Reyes, que ha dirigido la redacción del libro, ha llamado a examinar con rigor crítico las imperfecciones del sistema democrático durante la presentación del libro Los ángulos muertos del Estado de Derecho. En su intervención, destacó que incluso en un Estado consolidado persisten zonas de sombra que alejan la práctica institucional del modelo ideal.
Aragón subrayó que estos "ángulos muertos" no cuestionan la validez del sistema, pero sí evidencian disfunciones que deben ser identificadas y corregidas. A su juicio, la crítica no debilita el Estado de Derecho, sino que lo fortalece, al permitir su adaptación a los retos sociales y políticos actuales.
El jurista ha defendido la necesidad de una vigilancia constante y de mantener un compromiso firme con la transparencia, la rendición de cuentas y la mejora institucional. Solo así, afirmó, se puede garantizar la vigencia real de los principios constitucionales y la protección efectiva de los derechos ciudadanos.
En una línea similar, Pedro Rollán Ojeda, presidente del Senado, ha definido la publicación como "una reflexión profunda sobre lo que está ocurriendo en nuestro país y en el conjunto de la Unión Europea". Asimismo, ha recalcado el papel formativo de la misma: "los jóvenes deben comprender y defender nuestro modelo de convivencia".
Rollán ha afirmado que cualquier país que quiere perfeccionar su estado de bienestar, su estado de derecho, se inspira en la Constitución española y cualquiera que quiere avanzar en ese camino del encuentro y del acierto, lo lee y lo implementa
El presidente de Lefebvre, Juan Pujol, ha subrayado, en su intervención, la necesidad de una vigilancia constante para preservar la salud institucional del país. Y, finalmente ha destacado que "sin un poder judicial fuerte y libre de presiones y de cualquier tipo de señalamiento, los derechos y libertades pueden quedar condicionados".
Pujol ha destacado que el manual nace como una herramienta para identificar las zonas oscuras del funcionamiento del Estado, aquellas que, si no se detectan y corrigen, pueden derivar en un deterioro institucional. En sus palabras, se trata de colocar "retrovisores" que eviten la colisión democrática y ayuden a mantener viva la esencia constitucional.
El presidente de Lefebvre ha agradecido la implicación de los autores y asistentes, afirmando que "han marcado la diferencia". Y ha concluido evocando la importancia de reconocer a quienes, con su compromiso, contribuyen a fortalecer el Estado de Derecho y la protección efectiva de los derechos ciudadanos.
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