
España es un país de amplia tradición futbolística, con equipos especialmente reconocidos a nivel mundial y jugadores excepcionales, aunque eso no les exime de pagar impuestos igual que hace cualquier otro ciudadano de nuestro país. A decir verdad, cada vez que se cierra un nuevo fichaje vemos que el salario anual que va a percibir el jugador supera en casi todos los casos las siete cifras, una cantidad que unos consideran desorbitada y otros no tanto. Es precisamente esta elevada retribución la que les obliga a tributar por el tramo más alto del IRPF.
Al igual que cualquier otro contribuyente, los futbolistas que vivan en España deben asistir con sus impuestos al mantenimiento del Estado del Bienestar siguiendo los tramos del IRPF, que establecen el porcentaje que debe pagar cada individuo en función de lo que gane, de ahí que sea un impuesto de tipo progresivo.
La carga fiscal es más elevada en Cataluña
De este modo cuanto más ganas, más pagas. Los futbolistas más famosos, al entrar dentro del tramo más alto por ganar más de 300.000 euros, enfrentan una retención del 47% de su sueldo, sumando el gravamen estatal (24,5%) y el autonómico (22,5%). No obstante, cabe destacar que el porcentaje autonómico varía significativamente entre comunidades, por lo que un futbolista no pagará lo mismo en Madrid que en Cataluña, si mencionamos las autonomías con los equipos más grandes actualmente.
Madrid por su parte destaca por sus bajos tipos marginales, estableciendo el gravamen máximo a partir de los 300.000 euros en el 20,50%, mientras que Cataluña lo mantiene en un 25,5%. Esto significa que un futbolista que juegue en un equipo catalán perderá el 50% de su salario en impuestos, prácticamente la mitad, mientras que si pertenece a las filas de un equipo madrileño pagará un 45% de su sueldo a Hacienda, una diferencia que parece mínima pero que se traduce en millones de euros.
Es importante señalar que no todos los futbolistas perciben un salario millonario, todo depende en gran medida del equipo y la división en la que jueguen. De hecho, en 2023 la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LaLiga) acordaron subir los salarios mínimos de los profesionales de primera y segunda división en España. Así, según recoge el Convenio Colectivo, se estableció un sueldo mínimo de 190.000 euros anuales para la temporada 24/25, que se incrementará hasta los 195.000 para la temporada 25/26.
Alternativas fiscales para pagar menos
Ante esta elevada carga fiscal, no son precisamente pocos los futbolistas que buscan alternativas para pagar menos impuestos. Una de las formas más comunes de hacerlo es permitir que una compañía gestione sus derechos de imagen que, en la mayoría de casos, es también propiedad del deportista. Utilizando este truco pueden cobrar hasta el 15% de su nómina a través del Impuesto de Sociedades si su domicilio fiscal está en España.
Aún así, son frecuentes los casos de futbolistas reconocidos que han sido investigados por evasión de impuestos e irregularidades relacionadas precisamente con la gestión de sus derechos de imagen, por lo que esta alternativa muchas veces les puede acabar jugando en contra.