
Conseguir la ciudadanía estadounidense es más difícil que nunca, sobre todo desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca para su segundo mandato. Da igual la nacionalidad, las noticias sobre deportaciones se han ido sucediendo desde su toma de posesión. De hecho, según cifras oficiales, ya son más de 4.000 los mexicanos en situación irregular los que han sido repatriados, destino que comparten con 306 colombianos y 265 guatemaltecos.
¿11 millones de inmigrantes o 20?
Según el Departamento de Seguridad Nacional, en Estados Unidos había 11 millones de inmigrantes indocumentados en 2022, cifra que el presidente eleva hasta los 20 millones, de ahí que su lucha contra la inmigración haya sido uno de los pilares más fuertes de su segunda campaña electoral.
Ahora, para cumplir con su objetivo de seguridad fronteriza y siguiendo con las políticas migratorias de su primera administración, Trump ha puesto en marcha nuevas restricciones para los que quieran convertirse en ciudadanos de pleno derecho en su país.
Conforme a lo establecido en un reciente informe del Congreso, se endurecen las verificaciones sobre antecedentes penales, historia fiscal y tiempo de residencia en Estados Unidos, además de imponerse límites a la concesión de beneficios para los que hayan recibido asistencia pública.
Se registra así una orden ejecutiva contra la ciudadanía por nacimiento (cambiarla requeriría una modificación constitucional de la Enmienda 14), se elimina el "parole" humanitario, se suspende el Programa de Refugiados y se establecen más restricciones al asilo.
La mano dura de Trump
El pasado 20 de enero Trump congeló por 90 días la entrada de refugiados en su país, ordenado reevaluar cada caso "por seguridad nacional" (recordemos que según ACNUR hay 35.000 refugiados aprobados por Biden que continúan "en el limbo"). Sin estatus de refugiado, no hay forma de acceder a la residencia permanente, y mucho menos a la ciudadanía, pudiendo impedir la entrada de etnias enteras a EEUU.
Por su parte, la eliminación del "parole" humanitario elimina la "presencia legal" requerida para la naturalización. Cabe mencionar que esta vía permite ingresar legalmente a EEUU con permiso temporal y pedir asilo o residencia permanente si se cumplen ciertos requisitos para, posteriormente, obtener la ciudadanía tras cinco años como residentes.
Asimismo, las restricciones de Trump sobre el asilo prohíben solicitarlo a quienes crucen la frontera ilegalmente, además de que elimina el sistema de citas CBP One, la única vía legal restante.
La importancia de la Enmienda 14 para la ciudadanía por nacimiento
El pasado 20 de enero Trump firmó un decreto para que los hijos de inmigrantes ilegales y residentes no permanentes no pudieran acceder a la ciudadanía por nacimiento, una garantía avalada por la Enmienda 14 de la Constitución de EEUU.
Pese a ello, esta orden fue bloqueada de inmediato por varios jueces federales. Fue Leo Sorokin, del distrito de Massachusetts, el que dictaminó que la orden de Trump era inconstitucional, siendo el cuarto magistrado en bloquear esta orden ejecutiva. Se estima que, si la medida hubiera sido implementada, se habría negado la ciudadanía a más de 150 mil niños cada año.
Uno de los últimos anuncios de la administración estadounidense en materia de inmigración ha sido asegurar que revocará las protecciones legales de estatus de más de medio millón de migrantes que ingresaron legalmente en Estados Unidos dentro de un programa de trabajo temporal.
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