
La Comisión de Derechos Sociales y Consumo del Congreso de los Diputados aprobó este martes por 34 votos a favor, ninguno en contra y tres abstenciones una proposición no de ley de Sumar sobre la regulación de las cajas botín o de recompensa que aparecen en los videojuegos y el acceso de menores de edad así como su publicidad.
En concreto, según precisó durante la defensa de la iniciativa el diputado Fèlix Alonso Cantorné, la proposición no de ley aprobada urge al Ejecutivo a regular el acceso de las personas menores de edad a estas cajas para "proteger" a este colectivo de los mecanismos aleatorios de recompensa.
En paralelo, aboga por establecer los mecanismos "necesarios" para aplicar medidas de juego "seguro" orientadas a personas que quieran activar mecanismos aleatorios de recompensa en productos de software vinculados al ocio y por "impulsar" las medidas "necesarias" para la regulación de la publicidad de las cajas botín, "especialmente en aquellos medios más utilizados por las personas menores de edad".
Tras advertir de que psicólogos especializados "detectan patologías de adicción en los adolescentes que consumen videojuegos", el diputado de Sumar agregó que, según los profesionales, el problema se inicia con los videojuegos que ofrecen cajas botín o lootboxes, un sistema de premio aleatorio al jugador "similar al funcionamiento de las tragaperras online".
En este contexto, recordó que en España solo están prohibidas las cajas botín "en las que los premios se pueden cambiar por dinero", por lo que el resto "estos momentos no tienen regulación". No obstante, hizo hincapié en que, "aunque los premios obtenidos a través de una caja botín no se puedan monetizar, la mecánica comparte casi la total semejanza con las máquinas de azar", lo cual, a su juicio, "estimula el surgimiento de distorsiones cognitivas y conductas de juego cada vez más persistentes" entre los participantes.
Similar a los juegos de azar
"La operativa de las cajas botín comparten características estructurales y de dinámicas comerciales con los juegos de azar, por ejemplo, las pérdidas disfrazadas de ganancias", denunció, para indicar que las "conexiones" de "algunos" mecanismos aleatorios de recompensa con los juegos de azar "traen consigo las consecuencias negativas que afectan en particular a determinados colectivos vulnerables" como el de los menores de edad y el de las personas con un "trastorno asociado a su conducta de juego".
"La doctrina científica ha subrayado la posibilidad de que las cajas botín, como mecanismos que simulan o comparten características esenciales con los juegos de azar, pueden afectar de forma negativa a los menores de edad que las utilizan, lo cual puede originar en un futuro un mayor grado de severidad en los trastornos asociados a la conducta de juego", apostilló, para criticar que la presencia de cajas botín en videojuegos con una calificación inferior a 18 años "es constante" e insistir en que los estudios científicos alertan de una "relación directa" de las cajas botín con el "surgimiento de conductas con el juego problemático patológico".
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