La batalla entre autonomías por la fiscalidad deja reducido el Impuesto de Sucesiones prácticamente a cuatro CCAA. Las últimas elecciones regionales han cambiado el mapa del impuesto, tras las bonificaciones ejecutadas este septiembre por Valencia, La Rioja, Baleares y Canarias de cara al ejercicio 2023 y la anunciada por Aragón, que se llevará a la práctica en 2024. Este vuelco se ha traducido en que solo los contribuyentes de cuatro CCAA, como son Asturias, Castilla-La Mancha, Navarra y Cataluña deben pagar el impuesto (todas gobernadas por el PSOE a excepción de la última, liderada por ERC), mientras que en el resto lo tiene bonificado entre el 99% y el 100%.
La eliminación del tributo por las nuevas cinco CCAA supondrá que en su conjunto dejarán de ingresar 540 millones de euros. Concretamente, Valencia verá reducidos sus ingresos por la bonificación de este impuesto en 350 millones de euros al año; Aragón en unos 152 millones; Canarias, en 18 millones; Baleares, en 15 millones y La Rioja, en unos 8 millones.

Con este nuevo mapa fiscal, las diferencias entre contribuyentes según la CCAA se agravan de forma significativa. Como muestra, los asesores fiscales toman como ejemplo el caso de un adulto de 30 años que recibe de herencia de un padre 800.000 euros de los que 200.000 euros corresponden a una vivienda. Con estos parámetros, un contribuyente que reside en las CCAA que tienen total o casi totalmente bonificado el impuesto, pagarán entre cero euros y 3.150 euros por la herencia. Sin embargo, el abono oscila entre los 17.000 euros y hasta los 103.000 euros en las regiones que no tienen bonificado el tributo. Los asturianos son los que se llevan la peor parte, ya que deberán pagar a Hacienda más de 100.000 euros en el caso puesto como ejemplo, al tener el tipo impositivo más alto, del 31,25%. Les siguen los catalanes, que abonarán 44.000 euros, a un tipo del 29,75%, los manchegos, con 31.700 euros y un tipo del 29,75% y menor bonificación que Cataluña por parentesco y finalmente, los navarros abonarán 17.000 euros, por un tipo del 4% pero sin ninguna deducción por vivienda o grado de parentesco.
A diferencia del Impuesto de Patrimonio, donde España es el único país de la UE que lo tiene, el de Sucesiones es habitual en el resto del mundo. En la actualidad, 18 países de los 27 que forman la UE tienen este tributo y 43 a nivel mundial, incluido EEUU.
Propuestas
Los asesores fiscales del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas señalan que en nuestro país, habría que situar los tipos del tributo por debajo del 10% o 15% (en la actualidad solo tres CCAA superan este tipo). Asimismo, abogan por establecer un mínimo exento relativamente elevado para dotar de progresividad al impuesto y ven conveniente fijar dos tipos impositivos, uno relativamente bajo para parentescos cercanos y otro más elevado para familiares más lejanos. Además, advierten que habría que mejorar los aplazamientos automáticos para facilitar los pagos a las personas que reciben una herencia, pero no tienen liquidez. Asimismo, piden eliminar la inclusión en la base imponible del ajuar doméstico, puesto que se trata de bienes de escaso valor.
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