
Las familias españolas ahorraron 41.822 millones de euros en 2021 y su ahorro financiero se situó en 2,69 billones de euros a finales de diciembre, según datos del Banco de España. Esta última cifra supone un incremento anual de 176.000 millones de euros, un 7% más que doce meses antes. Guardar dinero como previsión para necesidades futuras es invertir en tranquilidad. No sabemos qué imprevistos pueden surgir o para qué lo vamos a necesitar.
Ahorrar no deja de ser una conducta. ¿Para qué hacerlo? Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen, explica que puede ser por diferentes motivos. "Yo decido de manera consciente retirar equis cantidad de dinero cada mes. El objetivo fundamental puede ser simplemente por una tranquilidad de futuro", señala. Igual, la persona en cuestión no tiene claro para qué, pero sabe que más adelante le hará falta y quiere estar provista de fondos.
Puede ser que tenga la meta de invertir, ya sea en un negocio, en una vivienda o en cualquier otra cosa. O que quiera destinar el dinero a una compra, viajar, formarse, estudiar. La idea es prepararse para conseguir algo positivo o agradable en el futuro, que reporte bienestar. Hay quienes piensan en la jubilación, en una residencia cuando sean mayores o en hacer frente a posibles problemas de salud.
Examinar nuestra economía
El primer consejo para ahorrar es analizar cuál es el estado de salud de nuestra economía. Si llegamos sin problemas a fin de mes, si podemos subsistir si nos quedáramos al día siguiente sin trabajo y por cuánto tiempo, y si disponemos de recursos económicos en caso de una emergencia. ¿Solemos estudiar si gastamos en lo que realmente necesitamos? Conde responde que eso depende del concepto de ahorro que cada cual posea. Hay gente que trata su economía personal y familiar "como si fuese una empresa, con sus Excel". Luego, hay quien lo hace de una manera más intuitiva y quien vive más al día. "Las personas que sí que lo examinan disponen de esta capacidad de pensar cuáles son los costes, los ingresos, para qué lo quieren invertir y cuánto tendrían que llegar a ahorrar", matiza.
A su juicio, se pone el listón de las necesidades en base a las prioridades. Para alguien que venga de una generación en la que se valore más disfrutar el momento, "probablemente la prioridad del ahorro sea menor". Para aquella en la que se ha inculcado a nivel cultural la importancia de invertir en una vivienda, en un negocio o para la jubilación; esas prioridades no solo proceden de "una cultura familiar", sino "de la generación en la que le ha tocado vivir" o "de las situaciones económicas que haya podido experimentar".
Crear fondos de emergencia, disponer de un colchón para gastos imprevistos o tener seguridad financiera. Todo esto "da tranquilidad, más seguridad y evita ansiedades ante posibles escenarios". En la situación de pandemia que hemos vivido, una persona sin seguridad financiera ha podido sufrir mayor incertidumbre y ansiedad que una con ella.
El incluir el ahorro como un gasto fijo es una herramienta muy utilizada
Conde menciona la "libertad financiera", concepto que se refiere a cuánto tiempo se puede vivir sin trabajar. Cuando alguien siente que la suya es amplia, goza de mayor tranquilidad a la hora de tomar decisiones laborales o de inversiones. Además, "permite pensar en opciones de crecimiento que se pueden adoptar con ese dinero", y conlleva sensación de "satisfacción y orgullo".
El incluir el ahorro como un gasto fijo es una herramienta muy utilizada. Es una manera de asumir un coste fijo, independientemente de los gastos mensuales.
Con todo, Conde destaca que "tener salud financiera es un factor de protección para nuestro bienestar emocional". No significa que quien sufra problemas económicos vaya a desarrollar un trastorno mental o que no se vaya a tener por disfrutar de salud financiera. Lo que conlleva es un factor de protección.
Consciente de estos beneficios, Banco Santander ofrece a los clientes en su app y web trucos y consejos personalizados para ahorrar en los gastos mensuales o en el supermercado, test para comprobar si conocen lo que gastan. Advierte incluso de posibles aumentos de gasto cuando se ha pagado más de lo acostumbrado en establecimientos que solemos frecuentar o si se han realizado compras en tiendas poco habituales.
La entidad pone a su disposición herramientas para analizar y categorizar los gastos, como Santander Money Plan. Y está su Hucha Santander, una nueva herramienta de microahorro que ayuda a alcanzar objetivos de ahorro mediante la configuración de reglas automáticas, entre las que se encuentran el redondeo de compras, las aportaciones periódicas y el ahorro de una parte de los ingresos.
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