"La moda rápida no es sostenible desde el punto de vista medioambiental" advertía, en un artículo reciente, Sandra Crowl, directora de Stewardship de la gestora francesa Carmignac. Explicaba los motivos: "Exige la utilización de ingentes cantidades de terreno y agua, además de generar toneladas de emisiones y residuos tóxicos. Y desde el prisma social, lleva aparejadas condiciones laborables deficientes, e importantes preocupaciones en materia de salud y seguridad". Consulte más artículos sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
El objetivo del modelo de fast fashion -basado en comprar el producto, utilizarlo y desecharlo- es reducir los costes de producción. Es el segundo sector que más contamina el agua, y generará una cuarta parte de las emisiones de carbono en el mundo en 2050. Los expertos apuntan a que aquellas empresas de esta industria que aborden las cuestiones ESG estarán en una posición idónea para tener éxito en los mercados.
Si nos fijamos en las 10 grandes firmas de moda cotizadas, la inmensa mayoría de ellas (todas menos la estadounidense VF) encaja en ese enfoque de moda rápida. Entre ellas, y pese a las características de este modelo, Inditex destaca por sus notas en sostenibilidad. La española es la que obtiene la puntuación más alta del sector dentro del Ranking ESG de S&P Global, que puntúa a las compañías en las cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno frente a sus comparables. De los 100 puntos que, como máximo, otorga esta agencia, Inditex recibe 99. Además, es la número 1 en el Ranking ESG de elEconomista, que clasifica a los valores del Ibex en sostenibilidad.

Al mismo tiempo, la gigante con sede en Arteixo es la única de su industria que recibe la triple A de MSCI en sostenibilidad. La calificación de esta agencia identifica los riesgos ESG que son más materiales para cada sector de actividad, es decir, aquellos que resultan estratégicos para él. Y si nos fijamos en la puntuación que recibe la española en lo que respecta a las cuestiones climáticas, CDP le otorga un notable alto, una A- (la calificación máxima es la A, y la peor la F). Esta organización sin ánimo de lucro, Carbon Disclosure Project, evalúa el compromiso de las compañías en la lucha contra el cambio climático.
Precisamente para este proveedor, la sueca H&M obtiene la máxima calificación del sector, una A. De MSCI no obtiene, por el contrario, la triple A, sino que se queda en AA (lo que sigue situándola entre las primeras de su industria en sostenibilidad, según esta agencia, que considera a las firmas con ratings AA y AAA como líderes en este sentido), y se queda cerca de Inditex en lo que respecta a la nota que otorga S&P Global (un 97 sobre 100). Con un 90 sobre 100 o más para esta agencia encontramos también a la japonesa Uniqlo y a la estadounidense Gap. Y a mitad de la tabla se sitúan la cadena británica de grandes almacenes Next, y la alemana de moda online Zalando.
Boohoo y Ross Stores, rezagadas
Bastante peor salen en la foto otras grandes referencias del fast fashion, como Ross Stores (cadena de tiendas de descuentos estadounidense) y Asos (minorista online británico), con puntuaciones por debajo de 50, en ambos casos, por parte de S&P Global.
"Marcas como Zara, H&M, Adidas y Asos están tomando medidas positivas, pero las decisiones de compra de los consumidores no reflejan aún sus opiniones", comenta Crowl, que alude también a la peor posicionada en ESG, el grupo de venta de ropa por Internet Boohoo: "Consumidores e inversores son cada vez más conscientes de las cuestiones ESG de la cadena de suministro; cabe citar el escándalo de Boohoo -que pagaba un salario inferior en hasta un 54 % al salario mínimo en el Reino Unido-, que se tradujo en una marcada caída de su cotización a pesar de las reducidas expectativas de que esta crisis fuese a afectar a las ventas". Para esta firma, Bloomberg aún no recoge datos de ninguno de estos proveedores.
De Inditex, esta experta destaca que "se ve respaldada por un ecosistema de proveedores locales y crece orgánicamente, en lugar de mediante una compleja red de intermediarios ubicados en el otro extremo del mundo".
Peor en ESG, mejor recomendación
Hasta aquí, la radiografía ESG de las grandes de la moda rápida global. Si miramos a los fundamentales de las compañías, lo cierto es que las empresas menos sostenibles gustan más a los analistas. Si nos fijamos en la recomendación que reciben estos 10 valores por parte del consenso de mercado que recoge FactSet, son precisamente las cinco peores en sostenibilidad -Zalando, VF Corporation, Ross Stores, Asos y Boohoo- las que lucen recomendaciones de compra. Las cinco restantes empresas reciben, en todos los casos, consejos de mantener. Inditex, cuya recomendación mejoró de forma llamativa en los momentos más críticos de la pandemia (fue compra en varios momentos de la temporada de primavera/verano de 2020) ha visto deteriorarse este consejo en los últimos meses. El valor sube en el parqué un 18,1% en lo que llevamos de 2021.