
"Actualmente el 13% del patrimonio total de los fondos españoles promueve las inversiones sostenibles, pero solo el 1,1 % corresponde a carteras compuestas por inversiones de carácter sostenible en su integridad", ha señalado este miércoles Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el evento ESG Spain 2021: Corporate Sustainability Forum, organizado por Forética. Más noticias sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Buenaventura ha destacado el esfuerzo realizado en los últimos meses por el organismo, mano a mano con la industria de fondos, para perseguir dos objetivos: prevenir el greenwashing o ecoblanqueo, y acompañarla en lo que respecta a la entrada en vigor del reglamento de divulgación de información relativa a la sostenibilidad. "Aún así, hay mucho recorrido por cubrir en nuestro país", ha comentado, en alusión a ese tímido 1,1%.
La sostenibilidad ha supuesto "la mayor transformación de las finanzas públicas y privadas de los últimos 30 años", ha afirmado el presidente del regulador
El Reglamento de divulgación (SFDR, o Sustainable Finance Disclosure Regulation) establece, entre otras cosas, unos requisitos mínimos para identificar a los productos financieros sostenibles: aquellos que promueven características medioambientales y sociales (etiquetados como artículo 8) y los que tengan propiamente un objetivo de sostenibilidad (artículo 9). Estos últimos, ese 1,1% al que se refiere el presidente de la CNMV, son los más puros, y suelen corresponder a fondos temáticos, focalizados en un nicho específico.
Buenaventura ha hecho hincapié en que la llegada de la sostenibilidad ha supuesto, sin duda, "la mayor transformación de las finanzas públicas y privadas de los últimos 30 años", y en que "son cada vez más los inversores, emisores y ahorradores los que incorporan la sostenibilidad como elemento central de sus decisiones de inversión y en el diseño de sus carteras". De ahí que esta tendencia esté obligado a la industria a virar hacia lo que es "un auténtico nuevo estándar". La integración de criterios ESG en las finanzas (es decir, la inclusión sistemática y explícita por parte de los gestores en su estrategia de inversión de activos que incorporen factores ambientales, sociales y de gobernanza), ha crecido en los últimos 4 años a un ritmo del 25% anual acumulativo, ha detallado el presidente del regulador.
También ha ofrecido datos para comprender el tamaño del universo de activos ESG. "Según estudios recientes, los activos bajo gestión enmarcados como sostenibles alcanzaron en 2020 los 35 billones de dólares, lo que equivale a más de un tercio del total de los activos gestionados de forma profesionalizada". La cifra ha crecido un 52% en los últimos 4 años. Solo el saldo vivo global acumulado en emisiones de bonos verdes a cierre de 2020 ascendía a 948.000 millones de dólares.
En lo que respecta a los emisores españoles, hasta la fecha han colocado casi 70.000 millones de euros en bonos verdes, sociales y sostenibles. Precisamente el Tesoro español se ha estrenado recientemente como colocador de deuda sostenible. En 7 de cada 10 emisiones en nuestro país, el instrumento elegido fue el bono verde y el emisor una institución financiera. En este escenario, ha señalado, está claro que "los mercados financieros son parte de la solución, no del problema".
Hitos normativos en 2020
Rodrigo Buenaventura también se ha referido al liderazgo que está ostentando el Viejo Continente en lo que respecta a la regulación para realizar la transición hacia una economía sostenible, y ha destacado 2 hitos normativos de la Comisión Europea que datan del mes de junio de este mismo año. En primer lugar, el Reglamento de taxonomía, que establece los criterios para determinar si una actividad económica se considera medioambientalmente sostenible para, de ese modo, fijar un estándar asociado al grado de sostenibilidad medioambiental de las inversiones. Y, por otro lado, la revisión de la directiva europea que obligará a un mayor número de empresas europeas a suministrar información no financiera -lo que se conoce como Informe de sostenibilidad- bajo un mismo estándar de reporte para toda Europa.
La CNMV preside el grupo de sostenibilidad del supervisor europeo de mercados financieros, la ESMA, y ocupa también la presidencia del comité equivalente en la organización internacional de reguladores, IOSCO. La sostenibilidad se ha convertido en uno de los pilares fundamentales del regulador español, que lo incluyó como línea estratégica en su plan de acción 2021-2022, presentado hace medio año.