Inversión sostenible y ESG

España, mejor que Francia pero peor que Alemania en el índice de igualdad de género de Aberdeen SI

  • Este país obtiene la 15ª posición de un total de 29
  • Destaca en participación femenina en la política y la empresa
Imagen: iStock

España ocupa el puesto 15 (de un total de 29 países) en el Índice de Igualdad de Género que ha creado el Research Institute de Aberdeen Standard Investments. Este indicador otorga una puntuación de 0 a 100, y España obtiene una calificación de 64, ligeramente por delante de Francia (y superando ampliamente a Portugal o a Reino Unido), pero por detrás de Alemania, Países Bajos o Bélgica. Más noticias sobre los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno en elEconomista Inversión sostenible y ESG.

Lideran este ranking los nórdicos: Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia, por este orden, son los primeros. Ni un solo país llega a los 80 puntos. Estados Unidos sale mal en la foto, al quedar relegada al antepenúltimo puesto; solo Italia y Japón obtienen peores calificaciones.  

Este indicador que acaba de ver la luz está diseñado para ayudar a tomar decisiones de inversión en función de la situación de la igualdad de género en cada estado (y de si ésta está mejorando o no). El Research Institute los evalúa en función de una amplia gama de factores, que ha dividido en tres pilares: económicos, políticos y de empoderamiento. España destaca en este último pilar, el de empoderamiento, que es más bien una medida cultural, y que analiza cuatro indicadores: la participación y la representación en la política, el acceso a los puestos de trabajo estatales y las oportunidades empresariales, además de la protección a la igualdad salarial y laboral. Es esta parte del análisis la que impulsa la posición final de España en el índice.

Índice de iguald de género de Aberdeen SI

De hecho, una de las conclusiones que extraen los expertos de Aberdeen SI tras analizar este ranking es que "las mujeres españolas están bien representadas en la política, en el sector público, y tienen mejores oportunidades en los negocios, además de menos desigualdades laborales y salariales" que en la mayoría de países desarrollados".

El índice revela que la pandemia ha tenido "un efecto negativo medible en la igualdad de género"

Respecto a los otros dos pilares, el económico tiene en cuenta los fundamentales macro de cada país, que incluyen la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, la educación femenina y las diferencias en el trabajo a tiempo parcial, el desempleo y el empleo por cuenta propia. En lo relativo al pilar de las políticas de igualdad de género, estos analistas se han fijado en los permisos de maternidad y paternidad, la carga fiscal de los padres, tanto solteros como casados, la protección del empleo y los costes del cuidado de los niños.  

Una conclusión global que arroja el estudio es que la pandemia de coronavirus ha tenido "un efecto negativo medible en la igualdad de género". Durante la pandemia, "las mujeres han perdido terreno en igualdad salarial y laboral, su representación en los puestos estatales y políticos ha disminuido, y su acceso a las oportunidades de negocio ha bajado", se señala en el mismo. 

En lo relativo a Estados Unidos, el estudio concluye: "A pesar de contar con una de las poblaciones femeninas mejor formadas del mundo, las mujeres siguen sin estar suficientemente representadas en la población activa estadounidense, y el sistema de puntuación muestra que la falta de políticas de igualdad de género es la principal responsable. La falta de permisos de maternidad y paternidad, los costosos servicios de guardería y la fuerte carga fiscal que soportan los padres y las familias monoparentales podrían mejorarse con la legislación", aclara el informe. 

También apunta el documento a algunas incoherencias: Japón -el último de la tabla- cuenta con uno de los permisos de paternidad más generosos del mundo, pero la cultura hace que los hombres rara vez lo utilicen. 

En palabras de Stephanie Kelly, subdirectora del Instituto, "el objetivo es identificar las economías que pueden beneficiarse de una mayor igualdad de género, porque tendrán mejores resultados económicos y podrían ofrecer mejores oportunidades de inversión". En su opinión, "las medidas tan específicas que hemos utilizado facilitan a los inversores ver qué se puede mejorar y dónde. Esto también facilitará el seguimiento de las mejoras, o de los pasos atrás que se den en los años siguientes". 

Impulsar la participación femenina en la mano de obra, que es inferior a la masculina en todas las economías de la OCDE, podría revertir el lento crecimiento de la productividad, explicaron desde la entidad en una nota. "Las formas cruciales de impulsar la igualdad son conceder a los hombres un permiso de paternidad, reformar la presión fiscal sobre los segundos salarios y las familias monoparentales, tener en cuenta la calidad y no sólo la cantidad del trabajo femenino -para que el trabajo flexible no suponga una falta de progresión en la carrera profesional- y disponer de más datos sobre la igualdad", señalaron.

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