
"El fiscal general ha mentido al Congreso. Eso es un delito". Así se expersó la presidenta del Congreso de EEUU, la demócrata Nancy Pelosi, en un nuevo giro a la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre las conexiones entre el presidente, Donald Trump, y Rusia. El fiscal general, William Barr, puede acabar acusado de perjurio por mentir sobre las conclusiones del informe y su puesto está en la cuerda floja, ante la ira creciente de los legisladores demócratas ante su actuación, que acusan de estar dedicada a defender a Trump a toda costa.
Barr presentó un resumen con las conclusiones del informe de Mueller varias semanas antes de hacer pública la mayor parte del texto. En el resumen, Barr insistía en que no había indicios de colusión con Rusia y no había motivos para juzgar a Trump por obstrucción a la justicia. Sin embargo, el informe completo incluía decenas de páginas relatando contactos entre la campaña de Trump y agentes rusos y numerosas acciones tomadas u ordenadas por el presidente para bloquear la investigación.
Pero la clave está en que, cuando fue preguntado por los congresistas sobre si Mueller estaba de acuerdo con su resumen, Barr dijo que sí y negó que el fiscal especial hubiera protestado. Y este miércoles emergió una carta firmada por Mueller en la que precisamente protesta por el resumen que redactó Barr, acusándole de manipular sus conclusiones e ignorar el contexto de la investigación.
Ante esta contradicción, los diputados llamaron a Barr de urgencia para declarar en la comisión de Justicia de la Cámara de Representantes, pero el fiscal general se negó, pese a estar obligado a asistir.
En EEUU, al igual que el Congreso puede abrir un proceso de 'impeachment' para destituir al presidente, también puede hacerlo con jueces o membros del Gobierno, como Barr, si juzgan que han cometido delitos que les inhabilitan para ejercer. Y el de perjurio es uno de los admitidos como motivo de 'impeachment', como le ocurrió al expresidente Bill Clinton, tras mentir sobre sus relaciones extramatrimoniales con Monica Lewinski.
Crece así la posibilidad de que los demócratas se cobren su primera víctima parlamentaria en la figura del fiscal general, como entrenamiento para decidir si van a continuación a por el presidente. Aunque Pelosi no parece tener muchas ganas de dar ese paso: "Un 'impeachment' sería demasiado bueno para Trump", advirtió.