En uno de los pocos acercamientos entre Trump y la oposición durante el mandato del actual presidente, los demócratas han salido satisfechos de una reunión en la Casa Blanca. Ambas partes han acordado una inversión de 2 billones de dólares para mejorar las infraestructuras del país.
Así, los líderes del partido del asno tanto en la Cámara de Representantes (Nancy Pelosi) como en el Senado (Chuck Schumer) han salido del Despacho Oval satisfechos con esta cuantía para mejorar carreteras, puentes y vías fluviales, aunque no ha habido acuerdo sobre cómo abonar esta cuantía.
Ambas partes se han emplazado para una próxima reunión dentro de tres semanas, de cara a ahondar en la financiación y otros aspectos fundamentales de la futura ley de infraestructuras.
Durante su campaña electoral, Trump prometió un plan de infraestructuras a diez años vista con una inversión de 1 billón de dólares, la mitad de la cifra recogida este martes. Entonces, el candidato presidencial presentó un plan para realizar esa inversión sin aumentar los impuestos, mediante el ofrecimiento de ayudas fiscales a los inversores privados que ayudaran a financiar las obras de mejora. Además, las infraestructuras afectadas deberían fijar algún tipo de ingresos para el fisco (como autopistas de pago) para poder compensar los gastos. Además, el equipo económico de Trump afirmaba que las infraestructuras mejoradas también supondrían una mejora de la economía en su conjunto.