
Mientras los británicos observan un Parlamento estancado en un callejón sin salida, en busca de una solución a su medida para dejar la Unión Europea (UE), muchas multinacionales e instituciones han ido abandonando el Reino Unido para establecerse en Holanda, gran afectado pero también beneficiario de la inestabilidad creada por el Brexit.
Más de 250 multinacionales del sector de la salud, la industria creativa y la logística han negociado o están en proceso de negociar su traslado a Holanda, para sumarse a empresas de gran prestigio como Booking.com, Netflix, Facebook, Uber y Google, que ya tienen sus oficinas europeas en Ámsterdam, sede y sucursal de más de 50 bancos internacionales, según la Agencia de Inversión Extranjera de Holanda (NFIA).
"Las compañías están buscando estabilidad y mientras las cosas sobre la situación posterior al Brexit sigan sin estar claras, más empresas elegirán una ubicación diferente", alertó un portavoz de la NFIA, agencia del Ministerio de Economía, que ayuda a las empresas extranjeras a establecerse en este país.
Las ventajas fiscales y la legislación financieras sitúan a Holanda -junto a Alemania, Francia y Luxemburgo- entre los destinos preferidos para abandonar el Reino Unido, ya que la infraestructura digital, la popularidad del idioma inglés y la presencia de una gran comunidad internacional facilita a las empresas encontrar los empleados con la formación y la experiencia necesarias.
A modo de ejemplo, sólo en 2017 unas 18 empresas hicieron efectiva su reubicación en Holanda por miedo a las consecuencias del Brexit, y esos movimientos proporcionaron 483 empleos extra y 19 millones de euros en inversiones, según cifras oficiales.
Para asegurarse de que las reubicaciones no sólo se hagan sobre el papel, las autoridades holandesas exigen a estas compañías un "requisito de sustancia", lo que significa que deben establecerse con la suficiente cantidad de administradores y empleados para que trabajen en la sucursal.
La victoria de Ámsterdam
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha sido el gran triunfo de Ámsterdam frente a ciudades como Roma o Barcelona, y la institución ya está funcionando en una sede temporal en esta ciudad holandesa, a la espera de las llaves del gigantesco edificio en construcción, en el que trabajarán sus casi 900 empleados y que visitarán unos 36.000 interesados.
La Autoridad Holandesa para los Mercados Financieros (AFM) predice, en base a solicitudes recibidas y discusiones con empresas, que un 30% del mercado de capitales europeos establecido ahora en el Reino Unido completará este año su traslado a Holanda, lo que convertirá al país en uno de los centros de comercio financiero de la UE en el área de capital, acciones, bonos y derivados.
Los hechos confirman sus predicciones, ya que los grupos financieros CBOE Europe, Turquoise, el estadounidense CME Group, el megabanco japonés Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) y la entidad financiera Commonwealth Bank of Australia (CBA) ya han optado por Ámsterdam para continuar con su aventura empresarial en Europa.
Junto a los gigantes Panasonic, Discovery Channel y Sony, también han elegido Holanda las tres plataformas de comercio de bonos más grandes de Europa: Tradeweb del grupo ThomsonReuters, la sucursal de Bloomberg y MarketAxess.
Según el New Financial, un grupo británico experto en registro de mercados financieros, al menos 275 bancos han movido parte o la totalidad de sus activos desde Londres a otros países de la Unión Europea, lo cual es un gran golpe para los ingresos fiscales del Reino Unido.
Más de un billón de euros
Se calcula que han transferido más de un billón de euros, un 10% de los activos de todos los bancos británicos, una cifra que, según los analistas, es solo "la punta del iceberg" de las transacciones que están teniendo lugar sin hacerse públicas.
Sin embargo, a pesar de que Holanda se ha demostrado un gran ganador a la hora de atraer a las empresas espantadas por el Brexit, su cercanía geográfica y su relación comercial con el Reino Unido también la convierten en una de las grandes víctimas.
A la par que se producían las reuniones en Bruselas y las votaciones en Westminster en los últimos tiempos, las exportaciones holandesas hacia el Reino Unido se iban congelando, lo que ha colocado a Holanda entre los países que más sufrirán las consecuencias del Brexit, según advierte el propio Gobierno e instituciones holandesas.
"El daño económico del Brexit es evidente, incluso antes de que el Reino Unido haya abandonado la UE", denunció la identidad bancaria holandesa ING.
En 2018, el valor de las exportaciones de empresas holandesas al país vecino se han reducido en 11.000 millones de euros, principalmente debido a la caída del valor de la libra: el dinero vale menos, suben los precios de los productos y por ende, disminuye la demanda entre los productores y consumidores británicos.