La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, cumplió con lo esperado y prometió una dimisión "antes de que empiece la próxima ronda de negociaciones" con la UE -es decir, antes de octubre- siempre y cuando se ratifique su acuerdo de salida. Intenta así convencer a los 'brexiters' más radicales de que sumen sus apoyos, necesarios para su aprobación.
En un discurso ante su grupo parlamentario, May dijo estar "dispuesta a marcharme antes de lo esperado para hacer lo que es necesario para el país" y su partido y prometió dar paso "a un nuevo liderazgo y una nueva dirección" para dirigir las negociaciones si se aprueba su acuerdo de salida. Se espera así que abra un proceso de primarias en el Partido Conservador durante mayo para nombrar a un nuevo primer ministro antes de octubre.
Con este anuncio, May espera convencer a los cerca de 60 'brexiters' que rechazaron su acuerdo dos veces a la espera de una ruptura sin acuerdo, y cuyo apoyo necesita para aprobar su plan de salida de la UE. La primera ministra se comprometió a hacerlo esta misma semana, fecha límite para cumplir con las exigencias de los Veintisiete y poder activar la salida el día 22 de mayo.
Sin embargo, un número de radicales (unos 20) salieron de la reunión sin cambios a su postura. Uno de ellos, Steve Baker, dijo que "podría destrozar este edificio y tirarlo al río" si se aprobaba el acuerdo de May. Por su parte, los unionistas norirlandeses del DUP, otros aliados cuyos votos son imprescindibles, insistieron en que votarían en contra, porque "la Unión es lo fundamental" y la salvaguarda para la frontera irlandesa la pone en peligro, independientemente de quién sea primer ministro.
De la misma forma, los moderados que esperan acordar opciones más blandas -como permanecer en el mercado común o celebrar otro referéndum, que se están votando hoy mismo- podrían pensárselo dos veces, ante el temor de que un 'brexiter' radical se ponga al frente del Gobierno en pocos meses.
Y todo eso si el presidente del Parlamento, John Bercow, admite celebrar una tercera votación de su acuerdo. Bercow ya advirtió hace semanas que no se podría llevar al pleno de nuevo si no había "cambios sustanciales" a su contenido, y hoy sugirió que no es el caso.