
El plan de China para contrarrestar los aranceles de importación de Estados Unidos puede hacer que los operadores mundiales de aluminio y acero se pongan nerviosos, pero el resultado neto podría ser una bendición para los productores estadounidenses de metales primarios.
El plan de represalia de imponer aranceles a la chatarra de aluminio y a algunos productos de acero de EEUU podría impulsar la oferta estadounidense al bajar los precios de las materias primas, dice Peter Thomas, videpresidente de Zaner Group. Eso podría convencer a algunos productores de metal para que reinicien la capacidad no utilizada en los estados del 'cinturón industrial' si el gasto en infraestructuras aumenta. "En Indiana van a hacer un gran esfuerzo para que las cosas se aceleren", aseguró Thomas.
Un operador de chatarra de aluminio está de acuerdo con la premisa, pero dice que la otra cara de la moneda es que los proveedores podrían ser los mayores perdedores. Marvin Polikov, vicepresidente del operador de chatarra de aluminio Metal Exchange en St. Louis, también dice que las empresas necesitan mucho tiempo antes de poder, y probablemente reiniciar, las refinerías que no se utilizan.
De cualquier forma, Polikov está aconsejando al mundo que mantenga la calma y vea cómo se desarrolla todo, especialmente después de que la histeria por los aranceles originales de Donald Trump disminuyó cuando EEUU comenzó a eximir a algunos de sus principales proveedores de metales. Pese a ello, Polikov no tiene esperanzas de que la situación se calme: "La naturaleza humana es entrar en pánico".