
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este viernes el proyecto presupuestario que aprobó el Congreso el jueves y que destinaba 1,3 billones de dólares a la financiación del Gobierno, pese a haber amenazado con vetarlo por no financiar suficientemente el muro fronterizo con México y el "abandono" de los conocidos como 'soñadores'. "No volveré a firmar nada así", ha asegurado, amparándose en hacerlo ahora para poder financiar debidamente al ejército estadounidense. Se ratifica así la última ley de calado que se espera aprobar antes de las elecciones legislativas de noviembre.
"Nunca más firmaré otra ley como esta", ha asegurado un crítico Trump aludiendo a una ley que "nadie va a leer". "Hay muchas cosas que no deberíamos haber tenido en esta ley, pero de alguna forma estamos obligados a aprobarla si queremos reforzar nuestro ejército", ha señalado, acompañado por el vicepresidente Pence, por el secretario de Defensa, Jim Mattis, y por su homólogo de Comercio, Wilbur Ross.
El inquilino de la Casa Blanca adelantó la posibilidad del veto horas antes a través de su cuenta de Twitter, alegando que la construcción del muro fronterizo con México "no está financiado por completo" - el plan incluye 1.600 millones para seis meses de obras, lejos de los 25.000 que el magnate había solicitado - y que los demócratas han "abandonado completamente" a los 800.000 beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). "Ni siquiera están mencionados en la ley", ha apostillado, en alusión a un programa que el presidente aspira a eliminar.
I am considering a VETO of the Omnibus Spending Bill based on the fact that the 800,000 plus DACA recipients have been totally abandoned by the Democrats (not even mentioned in Bill) and the BORDER WALL, which is desperately needed for our National Defense, is not fully funded.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 23 de marzo de 2018
La ampliación presupuestaria, con una extensión de 2.232 páginas, fue aprobada en la Cámara de Representantes a última hora del jueves con 256 votos a favor y 167 en contra, y posteriormente ratificada en el Senado el viernes por 65 votos a 32. De los 1,3 billones de dólares, 700.000 millones van destinados al Pentágono y 591.000 millones al resto del Gobierno. Tras la aprobación en las cámaras, los legisladores iniciaban un receso de dos semanas.
El Caucus de la Libertad, el ala más radical del Partido Republicano, apoyó vía Twitter al presidente estadounidense en el posible veto. Su líder, el republicano Mark Meadows, abogó por aprobar una extensión presupuestaria de corto plazo - como la aprobada en enero que ha permitido al Gobierno seguir funcionando hasta hoy - "mientras negocias un mejor acuerdo para los hombres y mujeres olvidados de América". Otros republicanos también han criticado la ley alegando que hay un exceso de gasto. De hecho, 90 republicanos votaron en contra de la ley en la Cámara de Representantes, y 23 lo hicieron en el Senado.
A la ley también se opusieron los miembros del Caucus Hispano, pertenecientes al Partido Demócrata, al entender que los presupuestos "no reflejan los valores y principios" de EEUU porque abandonan a los afectados por el DACA y, además, otorgan fondos a las policías migratorias encargadas de las deportaciones de inmigrantes.
Con la ratificación, Trump evita el tercer cierre del Gobierno federal desde que llegó a la Casa Blanca. El primero ocurrió hace apenas dos meses, cuando las discrepancias partidistas impidieron una aprobación presupuestaria, por lo que el cierre administrativo duró del viernes 19 al lunes 22 de enero. En el segundo, el 9 de febrero, el senador Rand Paul forzó un cierre de 9 horas con una maniobra de filibusterismo, al estar en contra del aumento del gasto.
El presidente estadounidense ha aprovechado la ocasión para criticar de nuevo la regla del filibusterismo del Senado, que permite a un senador hacer uso del turno de palabra el tiempo que desee salvo que una mayoría de tres quintos (60 votos de los 100 senadores) se oponga, una supermayoría difícilmente alcanzable. Esta norma permitió el cierre del gobierno que forzó Rand Paul en febrero.
Por otra parte, ha vuelto a insistir en los "injustos" acuerdos comerciales que mantiene Estados Unidos con otros países, por lo que ha implantado aranceles al acero y al aluminio, así como aranceles a China por un valor cercano a los 60.000 millones de dólares.