Internacional

Trump hace bueno a Obama: la aprobación del expresidente alcanza máximos de 2009

  • El paso del tiempo suele ser benévolo con la valoración de las presidencias
Obama y Trump, en su primer encuentro en la Casa Blanca. Foto: Archivo

"Otro vendrá que bueno me hará", apunta el refranero español. No hay nada como un presidente cuestionado constantemente para ensalzar a su predecesor. Una encuesta de Gallup señala que el 63% de los estadounidenses aprueban la gestión de Barack Obama durante sus ocho años de presidencia, una cifra que podría no parecer sorprendente, de no ser porque no alcanzaba ese índice de aprobación casi desde que empezó a gobernar de forma efectiva, desde la semana del 25 de mayo de 2009.

La casa de encuestas Gallup recoge cada semana la opinión sobre su presidente, y de forma periódica pregunta a los encuestados también sobre la labor de los antiguos inquilinos de la Casa Blanca. Es la primera vez que se pregunta sobre Obama en este grupo de los expresidentes, y los datos distan mucho de ser coherentes con lo que sus conciudadanos pensaban de él mientras estaba en ejercicio. Y posiblemente su aprobación irá a más en las encuestas futuras, ya que los menores de 18 años no han sido encuestados y la personalidad de Obama atraía a los jóvenes de forma masiva.

Así, el 63% de los estadounidenses aprueba la labor del primer presidente negro a los 13 meses de abandonar el Despacho Oval. Sin embargo, la última semana que ejerció el cargo logró un 59%, lo que suponía un máximo desde verano de 2009. Y es que el enfrentamiento final de las primarias demócratas y la posterior campaña presidencial de Hillary Clinton contra Donald Trump ensalzó la figura de un Obama que dejó de gobernar de forma efectiva y pudo dedicarse a mensajes grandilocuentes. La valoración de Obama se disparó una vez que Trump ganó las elecciones, algo que no parece casualidad.

Pero, volviendo sobre las cifras, cabe destacar que la media de aprobación de su primer mandato se ubicó en un 48%, bajando al 47% de media en su segundo periodo pese al repunte final ya explicado. En sus 2.922 días en el cargo, su mínimo de aprobación se situó en el 40%, y sólo en muy contadas ocasiones superó el 50% entre el verano de 2010 y la primavera de 2016 - con la excepción de las semanas posteriores a su reelección.

'Mala memoria'

Sin embargo, esta falta de memoria de los estadounidenses no se limita a la Administración Obama. El paso del tiempo ensalza a unos gobernantes y hunde a otros. Por ejemplo, a todos los presidentes demócratas desde Kennedy se les recuerda mejor a posteriori que en la media de aprobación durante sus gobiernos, con la única excepción de Lyndon B. Johnson. El caso más paradigmático es el del propio Kennedy, que fue asesinado con un 58% de aprobación de los estadounidenses y una media del 70%, pero cuya labor es valorada actualmente por el 86% de los americanos. El que más sube con respecto a su media, por el contrario, es Ronald Reagan, con 19 puntos porcentuales más.

De hecho, la memoria a largo plazo tiende a ser benévola con los inquilinos de la Casa Blanca. Sólo Nixon y Johnson son vistos hoy día peor que en la media de sus presidencias (los únicos dos por debajo del 50% de aprobación), y sólo Johnson y Clinton se les ve peor en la actualidad que en su última semana al mando. Al fin y al cabo, el paso del tiempo hace que cada vez menos encuestados hayan vivido en persona presidencias como las de Kennedy, Ford o Carter. En ese momento, la iconografía popular y las opiniones sobre presidencias conocidas muy superficialmente son las que marcan la diferencia entre divinizar o demonizar a quienes, en sus respectivas épocas, fueron los candidatos presidenciales mejor valorados.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky