
La victoria de este domingo no parece ser problema para los democristianos de Angela Merkel. Según los pronósticos de todas las encuestas, iban a vencer de manera contundente en unos comicios marcados por la preocupante irrupción de la extrema derecha en el Bundestag por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial. Alternativa para Alemania (AfD) será uno de los huesos con el que tendrá que lidiar Merkel. Hasta ahora han ido marcando la agenda política del tablero alemán, y han hecho que casi todos los partidos den un giro más derechista a sus propuestas. Hombre y del este de Alemania, el perfil del votante de AfD, según datos demoscópicos
Este partido, que habría recabado el 12,6% de las papeletas, ya ha anunciado que iniciará comisiones de investigación sobre los refugiados y la "ola de violencia que vive Alemania desde que llegaron", declaran. Las estadísticas policiales no revelan que haya habido un aumento significativo de violencia por parte de los asilados, pero sí reflejan, sin embargo, que los ataques de extrema derecha a campos de refugiados se quintuplicaron durante el año pasado.
Refugiados
1. Tras la crisis de refugiados de 2015, en la que más de 800.000 personas llegaron a Alemania para solicitar asilo, ha descendido sensiblemente el número de llegadas desde el acuerdo de la Unión Europea con Turquía. De los que se han quedado tienen como reto poder ser absorbidos por el mercado laboral, en un país cuya tasa de paro apenas supera el 5%, y encontrar ocupaciones de calidad que les permitan vivir sin el apoyo estatal. Muchos están estudiando Ausbildung (la formación dual alemana), por lo que aprenderán un oficio que les permitirá una salida laboral más rápida.
Turquía
2. Las tensiones de Merkel y el primer ministro truco, Reccep Tayyip Erdogan, en los últimos meses, han pasado factura a la relación de ambos países. Los democristianos prometen en su programa electoral que Turquía no formará parte en el futuro de la Unión Europea y que las negociaciones para su adhesión se cancelarán. De momento, el pacto de refugiados sigue en vigor, pero los de la canciller quieren buscar la fórmula para que se mantenga a pesar de las evidentes tensiones con Turquía. Hace dos semanas, y en un gesto inédito, Erdogan llamó a no votar a Merkel, el socialdemócrata Martin Schulz o los Verdes.
La ultraderecha
3. Seguir manteniendo un Estado del bienestar también será tarea de Merkel, aunque no gobierne con la izquierda. Alternativa para Alemania ha intentado desestabilizar la política alemana argumentando que los nacionales no tendrán acceso a las ayudas sociales o las prestaciones en detrimento de los refugiados, cosa que no es cierta, ya que la acogida de refugiados cuenta con una partida presupuestaria propia. Si no se continúa con la expansión social desde el nuevo Gobierno, AfD podría aumentar en popularidad.
Mercado laboral
4. El pleno empleo para 2025 es una de las promesas de CDU en estas elecciones. Una propuesta a tan largo plazo (cuando, seguramente, ni Merkel sea canciller, porque no sabe si se presentará a las próximas elecciones) exige de unas reformas laborales que fructifiquen en el tiempo. Actualmente la tasa de desempleo es de un 5,7 por ciento, uno de los mejores datos del entorno. Pero el reto es acabar, además, con la precariedad que ofrecen los 7,5 millones de minijobs que hay en el país, según datos de la Oficina Federal de empleo.
Liderar Europa
5. Merkel es una de las líderes más respetadas internacionalmente. A pesar de que no es conocida por su gran carisma, la canciller sabe jugar sus bazas políticas y se desenvuelve con soltura en las relaciones internacionales. Además de hacer de nexo entre los países de la Unión Europea y negociar convenientemente el Brexit, deberá continuar siendo la embajadora de los Veintisiete en las relaciones diplomáticas con el resto de países. Estos días se ha propuesto para negociar con Corea del Norte una salida diplomática a la afrenta nuclear del país asiático. Otro de los países con los que deberá estrechar lazos, pero de forma cordial, será Rusia. La extrema derecha (AfD) quiere tener buenas relaciones con ¡el país que dirige Vladimir Putin, pero Merkel deberá mantener al presidente ruso en su sitio sin ocasionar nuevas crisis entre ambos países.