
La explosión de una caldera en una fábrica textil en el centro de Bangladesh ha dejado al menos 13 muertos aunque no se descarta que la cifra aumente. Las labores para hallar a más personas entre los escombros continúan mientras se reaviva un debate abierto hace algunos años en torno a las condiciones laborales en las fábricas bangladesíes y la implicación de los emporios internacionales que utilizan el país del sur de Asia para tejer su género.
"Encontramos ocho cuerpos y uno más esta mañana, cuando volvimos a remover los escombros. No estamos seguros si hay más porque nadie nos ha dado un informe detallado de desaparecidos", manifestó el lunes por la noche Akteruzzaman, subdirector adjunto del servicio de bomberos del distrito de Gazipur, donde ocurrió el accidente. Según Akteruzzaman, otras 50 personas resultaron heridas, de las cuales una de ellas falleció tras ser hospitalizada.
El accidente ocurrió a última hora de la tarde de ayer en la fábrica textil Multifabs Limited, que aunque cuenta con 6.000 empleados, la mayoría de ellos se encontraban de vacaciones por las festividades por el fin del mes sagrado musulmán de Ramadán.
"La fábrica estuvo cerrada hasta el lunes y no fue hasta la tarde que encendimos la caldera. Una de las dos calderas explotó una hora después de encenderla", explicó a Efe el presidente y director ejecutivo de Multifabs Limited, Mohiuddin Faruqui. De acuerdo con Faruqui, entre 25 y 30 personas se encontraban dentro de las instalaciones en el momento de la explosión, que afectó también a la gente que se encontraba en el exterior.
El inspector de seguridad del Gobierno en las fábricas de Gazipur, Farid Ahmed, aseguró a Efe que Multifabs Limited contaba con todos los permisos en regla, por lo que dijo que no está seguro qué pudo desencadenar la deflagración. "Estamos investigando lo sucedido", concluyó Ahmed.
En el ojo del huracán
La semana pasada, los sindicatos IndustriALL Global Union y UNI Global Union anunciaron la firma de un nuevo acuerdo con más de una veintena de compañías internacionales del textil para garantizar la seguridad en las fábricas bangladesíes, entre otros puntos. El sector lleva años en el ojo del huracán por sus condiciones de trabajo en el país. El derrumbe del complejo Rana Plaza en 2013, en el que murieron 1.100 trabajadores y 2.500 resultaron heridos, fue el punto de inflexión que llevó el debate al plano internacional debido a la presencia de textiles internacionales en fábricas en Bangladesh.
El salario mínimo en el textil se encuentra ahora en 67 dólares mensuales. Esto sumado a las pobres condiciones laborales han motivado frecuentes huelgas en el sector en el que trabajan en torno a cuatro millones de personas en el país asiático. El textil, con unos 34.000 millones de dólares, representa el 81% de las exportaciones de Bangladesh.