Internacional

Macron continúa al frente de la carrera hacia el Elíseo, con la participación como incógnita

El candidato independiente a la Presidencia francesa Emmanuel Macron continúa siendo el favorito de los franceses en la carrera hacia el Elíseo, lo que lo sitúa a unos 24 puntos en intención de voto respecto a la candidata ultraderechista Marine Le Pen, según los últimos sondeos.

A esta segunda vuelta electoral han pasado los dos candidatos más votados de las elecciones del 23 de abril, en las que Macron se impuso con el 24,01 por ciento de lo votos. Tras una tumultuosa campaña electoral, los votantes tendrán que decidir este domingo quién será el próximo jefe de Estado de Francia durante los próximos cinco años.

Las últimas encuestas revelan que el exministro de Economía Macron, de 39 años, tiene más probabilidades de hacerse con la victoria en los comicios, lo que lo convertiría en el presidente más joven del país.

El líder del movimiento ¡En Marcha! llega a su gran cita con el respaldo de la amplia mayoría de la clase política gala -aunque no cuenta con el aval un único y gran partido-, así como el apoyo de numerosos líderes extranjeros, que temen que Le Pen se haga con la Presidencia.

En la votación, considerada la más importante en el país en décadas, se enfrentan dos puntos de vista completamente opuestos sobre Europa y el lugar que Francia ha de ocupar en un contexto internacional.

Le Pen, líder del Frente Nacional, cerraría las fronteras y abandonaría el euro, mientras que Macron, un centrista independiente que nunca ha ocupado cargos de elección popular, quiere una cooperación más estrecha con Europa y una economía abierta.

El viernes, una encuesta de Elabe para BFM TV y el diario L'Express señalaba que Macron obtendría el 62 por ciento de los votos en la segunda vuelta, en comparación con el 38 por ciento de Le Pen.

Macron cumplió los pronósticos el 23 de abril -primera vuelta de las elecciones presidenciales- y logró imponerse a la líder del Frente Nacional, que con un 21,30 por ciento logró un simbólico paso a la segunda vuelta, también vaticinada por los sondeos.

El frente anti Le Pen ha sido la nota dominante de estas últimas dos semanas en las que tanto dentro como fuera de Francia ha cundido el temor a que la ultraderecha acceda por primera vez a una Jefatura de Estado europea.

Una vez finalice la carrera hacia el Elíseo, la atención se centrará inmediatamente en las capacidades del próximo presidente y en los apoyos recibidos por el Parlamento. En cualquier caso, los candidatos han logrado dejar fuera a los partidos tradicionales.

La incógnita de la participación

Más de 45 millones de franceses están llamados a elegir entre dos modelos irreconciliables de país, en unas elecciones cuyo resultado estará determinado por el nivel de participación.

Si cerca del 80% de los censados acuden a ejercer su derecho, como sucedió en la primera vuelta hace dos semanas, las encuestas auguran una holgada victoria del centrista Macron frente a la ultraderechista Marine Le Pen.

Sin embargo, es una incógnita qué sucedería con una abstención alta acompañada por un aumento exponencial del voto en blanco, una circunstancia que se contempla por el rechazo que producen ambos candidatos en algunos sectores de la sociedad.

La campaña más bronca que se recuerda tuvo como corolario, en la noche del viernes al sábado, el anuncio de que una ingente cantidad de documentos internos del movimiento "En Marcha", fundado por Macron, han sido pirateados y difundidos por las redes sociales.

Aunque el silencio obligatorio en la jornada de reflexión evitó que Le Pen pudiese utilizar políticamente la filtración de esos papeles, la noticia acabó de enfangar unos comicios que serán recordados por su acritud.

La única reacción del Frente Nacional (FN) llegó a cargo de su vicepresidente Florian Philippot, minutos antes de que llegara la medianoche y se impusiera la restricción, en un "tuit" en el que se preguntó: ¿Enseñarán los #MacronLeaks cosas que el periodismo de investigación ha callado deliberadamente?".

"En Marcha" denunció que los archivos pirateados -como correos electrónicos, documentos contables o contratos- fueron obtenidos hace varias semanas "gracias al 'hackeo' de direcciones de correo personales y profesionales de responsables del movimiento".

Según el movimiento que el exministro de Economía creó hace ahora un año, los autores del pirateo hicieron circular documentos falsos junto a los auténticos para "sembrar la duda y la desinformación".

Para la campaña "macronista", el robo es "una tentativa de desestabilizar las elecciones presidenciales", a imagen de lo que "ya se vio en Estados Unidos en la última campaña".

El pasado 26 de abril, "En Marcha" confirmó haber sido objeto de al menos cinco ciberataques realizados por profesionales y atribuidos al mismo grupo de piratas rusos, Pawn Storm, al que se responsabilizó de las filtraciones de correos de la campaña de la candidata demócrata en las elecciones estadounidenses, Hillary Clinton.

En una reacción fulminante, la Comisión Nacional de Control de la Campaña Presidencial (CNCCEP) recordó a todos los ciudadanos, y especialmente a los medios de comunicación, que la difusión de los documentos pirateados puede implicar la "responsabilidad penal" de sus autores.

Mientras, el todavía presidente François Hollande señaló que la agresión cibernética "no quedará sin respuesta", al tiempo que admitió que existía el riesgo de que algo así sucediera, "pues ya ha ocurrido en otras partes".

Gran seguridad

Las votaciones estarán rodeadas por excepcionales medidas de seguridad, en la línea de las que se desplegaron en la primera vuelta.

Más de 50.000 policías y gendarmes, apoyados por los 7.000 militares movilizados en el marco de la operación antiterrorista Sentinelle, velarán por que la segunda vuelta de las presidenciales se desarrolle en "máximas condiciones de seguridad".

El ataque perpetrado por un supuesto yihadista el 20 de abril en los Campos Elíseos de París, en el que murió un policía, y la detención este viernes de un presunto radicalizado que pretendía atentar contra una base militar en Normandía mantienen en estado de alerta absoluta a las fuerzas de seguridad.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky