
Los países nórdicos están acostumbrados a liderar medidas en torno a la igualdad, como las bajas de paternidad intransferibles para ellos. Si en 1993 fue Noruega el primero en decidir que los padres no podían renunciar a sus días de paternidad, Finlandia ha apostado por una medida histórica en su ordenamiento jurídico: establecer una baja parental compartida que suma alrededor de 14 meses y en la que sólo se pueden transferir 69 días de un progenitor al otro.
"La reforma producirá un gran cambio en las actitudes, ya que mejorará la igualdad entre los padres y hará más fácil la vida de las familias diversas", afirmó este miércoles la ministra de Asuntos Sociales, Aino-Kaisa Pekonen. "Compartir las responsabilidades parentales en la vida cotidiana será más fácil, y el vínculo entre los dos progenitores y su hijo quedará fortalecido desde la edad más temprana", profundizó.
La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, ha criticado en distintas ocasiones que los padres no se toman todos los días que les concede actualmente la ley por el nacimiento de un hijo, que supera los dos meses. De media, sólo el 25% de los padres finlandeses disfrutan de su baja de paternidad completa.
Con la nueva medida del Gobierno de coalición de Marin, formado mayoritariamente por mujeres, cada uno de los progenitores dispondrá de 164 días laborables -seis a la semana, según el sistema finlandés- y la posibilidad de transferir 69 días como máximo de uno a otro. Es decir, más de seis meses y medio cada uno. Además, si la mujer ha vivido el proceso del embarazo, dispondrá de un mes extra de baja.
La equiparación de la baja para madres y padres entrará en vigor, según el Gobierno, en otoño de 2021, y supondré un coste de 100 millones de euros extra.
La medida supone un hito social en varios sentidos. El más obvio, en lo referente a establecer un parámetro de igualdad completa entre progenitores hombres y mujeres. Pero también al considerar a las familias diversas, por ejemplo, parejas formadas por dos hombres o dos mujeres y familias monoparentales, de una madre o un padre soltero. En este último caso, tanto la madre como el padre soltero podrán disfrutar de la baja completa que sería concedida a la pareja, es decir, 328 días laborales.
No es casualidad que el Gobierno de Finlandia haya puesto el foco en las políticas familiares. El país está a la cola de las tasas de natalidad entre sus vecinos nórdicos, con 1,45 hijos por mujer -datos de 2018-, y una tendencia a la baja desde el año 2010, cuando cada mujer tenía una media de 1,87 hijos. En las próximas décadas, de seguir así las cosas, Finlandia tendrá que hacer frente a los acuciantes problemas devenidos de una población muy envejecida.
Suecia continúa siendo el país con mejores beneficios para impulsar la paternidad. Su ley concede 240 días a cada miembro de la pareja tras el nacimiento de un hijo. Además de este país escandinavo, Noruega, Islandia, Estonia y Portugal han sido señalados por Unicef como los más generosos y favorables en el impulso de las políticas de familia. En la parte baja de la tabla que engloba a los países más ricos, por el contrario, se encuentran Reino Unido, Irlanda, Grecia, Chipre y Suiza.