Internacional

Trump salva los muebles en la primera semana del 'impeachment' pese a las nuevas revelaciones

  • El furor en Wall Street refleja que mercados no temen la destitución de Trump
Sesión ante el Comité de Inteligencia con la declaración de la exembajadora de EEUU en Ucrania. Imagen: Reuters.

La enorme expectación por el inicio de las audiencias públicas en el Congreso de Estados Unidos para investigar las ilícitas presiones de Trump a Ucrania no se han visto respaldadas por los testimonios de los testigos. Pese a las nuevas revelaciones de esta semana, la principal prueba contra el presidente de EEUU sigue siendo la llamada telefónica que realizó el 25 de julio a su homólogo ucraniano en la que le instaba a investigar la posible corrupción de Joe y Hunter Biden así como una posible interferencia de Ucrania en las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU.

Las audiencias públicas en el Comité de Inteligencia del Congreso comenzaron el pasado miércoles, con la declaración del actual embajador de EEUU en Ucrania, William B. Taylor. Este aportó una conversación telefónica que escuchó uno de sus ayudantes en la que Trump habría preguntado al embajador para la Unión Europea, Gordon Sondland, sobre "las investigaciones". Además, Sondland habría admitido la preocupación de Trump sobre estas indagaciones a su rival político y exvicepresidente del país, Joe Biden.

Sondland, sin embargo, no aludió a esta llamada cuando comparecieron ante el Comité a puerta cerrada, una circunstancia sorprendente dada la importancia que puede tener para demostrar las presiones de Trump a Zelensky. Sondland testificará ante el Comité públicamente la próxima semana, donde se espera que dé detalles sobre esta llamada con Trump.

Por su parte, la declaración del principal experto en Ucrania del Departamento de Estado, George Kent, sirvió para descartar las sospechas de Trump de una posible implicación de este país en las elecciones presidenciales de 2016 a favor de los demócratas, subrayando que la única interferencia que parece evidente es la que se hizo desde Rusia para favorecer la candidatura del propio Trump.

Intimidación via Twitter

Este viernes fue el turno de la exembajadora de EEUU en Ucrania, Marie Yovanovitch, quien sin embargo no fue la protagonista de su propia intervención. Durante su declaración ante el Comité, Trump la atacó por Twitter criticando su labor cuando fue embajadora de Somalia y recordando que Zelensky habló "desfavorablemente sobre ella" en la llamada telefónica transcrita del 25 de julio.

El presidente del Comité informó a Yovanovitch sobre el tuit de Trump, y ella opinó que su intención era "intimidarla", mientras Trump alega que sólo estaba utilizando su libertad de expresión. Algunos demócratas están planteando la posibilidad de incluir la intimidación de testigos como uno de los artículos de acusación contra Trump.

Por otra parte, parece cada vez más clara la implicación de Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, que habría servido como un canal extraoficial de comunicación con las autoridades ucranianas para presionar sobre las investigaciones a los Biden.

Pese a todo ello, ninguno de los testigos estuvo presente en la llamada del 25 de julio, ni ha admitido que hubiera un quid pro quo, un chantaje de Trump por el cual no se reuniría con el primer ministro de Ucrania ni le transferiría las ayudas militares prometidas si este no investigaba lo que él le pedía. Parece complicado que haya un vuelco en las filas republicanas como para condenar y destituir a Trump en la votación del impeachment del Senado.

Los mercados no parecen temer una posible destitución de Trump: los principales índices de Wall Street vienen encadenando máximos históricos en los últimos días

En este sentido, un sondeo de Rasmussen -una casa demoscópica habitualmente favorable al presidente estadounidense- apunta que la aprobación de Trump ha subido desde el 46% del miércoles, día de las primeras tomas de declaración en el Comité, al 50% este viernes. Y señalan que Obama llegó a la misma semana de su presidencia con una aprobación un punto inferior, del 49%.

De hecho, los mercados no parecen temer una posible destitución de Trump, ya que los principales índices de Wall Street vienen encadenando máximos históricos en los últimos días, con el Dow Jones cerrando el viernes por encima de los 28.000 puntos por primera vez en su historia.

La próxima semana podría ser clave para el desarrollo del impeachment, un proceso que los demócratas quieren concluir antes de que acabe el año. El testimonio más esperado será el de Sondland el miércoles, aunque también se darán cita altos cargos del Departamento de Estado, del Pentágono, del Consejo de Seguridad Nacional y una ayudante del vicepresidente Michael Pence.

Quien por el momento no ha sido llamado a declarar es John Bolton, quien fuera asesor de Seguridad Nacional durante el episodio de la llamada entre Trump y Zelensky. Bolton podría ser una pieza clave no sólo por la posición que ostentaba entonces sino por su conocida costumbre de anotar cada detalle de cada reunión, aunque ha subrayado que no testificará voluntariamente sino sólo si el Congreso le manda un requerimiento. Al margen de lo que ocurra en torno al impeachment, Associated Press informaba esta semana de que Bolton ha alcanzado un acuerdo con la editorial Simon & Schuster para escibir un libro sobre su paso por la Administración Trump a cambio de 2 millones de dólares.

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